La Temporada Hispano-Mexicana 1944-1945 se compuso de 14 festejos. En la tercera corrida de la misma, tres de diciembre de 1944, fecha que se grabó con letras de oro en los anales de la tauromaquia mexicana; ya que después de ocho años, cuatro meses y 12 días retornaron los toreros hispanos a nuestra patria para alternar con los nuestros y en gallarda lid disputar las palmas de la afición azteca.
El cartel para este magno acontecimiento quedó confeccionado de la siguiente forma: Joaquín Rodríguez “Cagancho”, Carlos Arruza y Luis Briones con una corrida de “La Laguna”. Los toros que mandó el ganadero de esa divisa fueron bien presentados en su mayoría, pero mansos, auténticos burros tlaxcaltecas.
“Cagancho” mató tres toros por el percance que sufrió el regiomontano Luis Briones; en el primero estuvo voluntarioso, cumpliendo decorosamente en el segundo y con el tercero (relata la revista taurina “La Lidia”) toreó aseadamente con el capotillo, con la muleta tuvo detalles artísticos, y con el acero intentó el volapié, sin lograr consumarlo a la perfección. En resumen un buen debut, dada las circunstancias.
El “Ciclón Mexicano” Carlos Arruza retornaba triunfador de los cosos españoles y había gran expectación por verlo actuar; mató también tres bureles por el percance que tuvo “Luis de Seda y Oro” (Luis Briones); con su primer enemigo mostró al público capitalino lo puesto que venía con el toro, ejecutando una faena plena de dominio que le fue muy ovacionada.
Con el toro de su compañero herido trató de ser breve y con el astado que cerró plaza estuvo enterado, torero y valiente, toreando a una mínima distancia y con mucho desahogo, su labor fue premiada con una vuelta al ruedo y además hubo petición de oreja, que no se concedió por su falta de suerte al herir .
Una buena corrida a secas, sin grandes relieves, pero del agrado de la concurrencia, que llenó totalmente la plaza de “El Toreo”.
BRONCAS EN LA CUARTA CORRIDA
El cuarto festejo se celebró ocho días después (ocho de diciembre de 1944) y se formó el cartel con dos atracciones: Silverio Pérez y Rafael Ortega “Gallito”, alternando con David Liceaga y toros de Pastejé, los boletos se agotaron totalmente. Los toros de Pastejé fueron en general bravos, sobresaliendo por su nobleza los corridos en segundo, cuarto y quinto lugar, los tres restantes cumplieron.
El primer espada de esa corrida, Silverio Pérez, tuvo una tarde desastrosa, el semanario gráfico taurino “La Lidia” en su crónica correspondiente al mencionado festejo, lo reprobó, acusándolo de falta de vergüenza torera.
David Liceaga estuvo voluntarioso pero sin dar la nota y sin tener nada sobresaliente en su actuación.
Rafael Ortega “Gallito” salió desconcertado y no logró acomodarse con sus enemigos, se le vieron detalles buenos con el capote y nada más. La cuarta corrida de la Temporada Hispano-Mexicana terminó como la primera y la segunda, entre cojines y fogatas; el descontento de los aficionados capitalinos fue manifiesto.