MANOLO DOS SANTOS
Portugal ha sido cuna de excelentes rejoneadores, sin embargo en suelo azteca destacó grandemente un matador de toros nacido en Golega, Portugal, el 11 de febrero de 1925. Su manera de realizar las suertes taurinas era de gran suavidad y belleza. Magnífico al interpretar la verónica según lo menciona el conocido taurino Enrique Guarner en su texto “Historia del Toreo en México”. Variado y alegre en los quites. Buen banderillero y excelente muletero, destacando sus naturales verticales y de gran clasicismo. Su falla principal fue la espada y quizá una cierta falta de energía y agresividad, que le impidieron ser el mejor de su época, aunque siempre compitió con los mejores espadas, sin desmerecer al lado de ellos.
El empresario Antonio Algara emprendió una gran aventura al utilizar la estructura metálica de la vieja Plaza de Toros “El Toreo”, para construir una nueva (“El Toreo de Cuatro Caminos”), para competir con la Monumental México, una plaza mejor situada, de mayor capacidad y que presentaba la novedad de contar con butacas en las primeras filas, respaldos y brazos en los asientos de tendido y un gran número de localidades generales, situadas arriba de los palcos.
Antonio Algara contrata a Carlos Arruza como base de su elenco para la temporada de inauguración del nuevo Toreo. Muerto “Manolete” en ese verano, y rotas las relaciones taurinas con la madre patria, Algara contrata también a un joven novillero portugués a quien había visto triunfar rotundamente en Barcelona.
En la tercera corrida de la temporada, el 14 de diciembre de 1947, anuncia un cartelazo: Fermín Espinoza “Armillita”, Carlos Arruza y la alternativa de Manolo Dos Santos, con una corrida muy bien puesta de “Pastejé”.
En el toro de la ceremonia, de nombre “Vanidoso”, aquel novel torero tocado por el genio de la tauromaquia empieza por brillar intensamente con el capote. Luego demuestra que torea mejor aún con la muleta ante un toro muy bravo que embista desde muy largo y repite con celo. Al rematar una serie de naturales con el de pecho el toricantano fue herido recibiendo una cornada seca que le partió la femoral .
Tardó dos meses en reponerse y por ello solamente actuó en esa temporada, corrida en la que alternó con “Armillita” y Luis Procuna con ganado de Zotoluca.
Al regresar a Europa, Dos Santos renuncia a su alternativa y torea un buen número de novilladas en España y Portugal. Finalmente, toma definitivamente el doctorado en Sevilla de manos de Manuel Jiménez “Chicuelo”, con el testimonio de Manuel Álvarez “Andaluz”. Confirma en Madrid el nueve de junio de 1949 siendo su padrino Pepín Martín Vázquez y testigo “Parrita”.
Viene a la Plaza México contratado por el doctor Gaona. Al de la confirmación le corta las orejas, repite casi todos los domingos. El 29 de enero de 1950 corta cuatro orejas y dos rabos a toros de “Pastejé”. Se convierte en uno de los toreros extranjeros que entran a la Historia del Toreo en México. Regresa 10 veces. Aquí se casa, en Morelia, cuando se retira por primera vez en 1953.