EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

A piñatazo limpio

MIRANDO A FONDO

Víctor González Avelar

QUE LOS SOLDADOS y policías federales se sigan paseando por las calles enmascarados y atemorizando a los pacíficos habitantes de nuestras ciudades, no ayuda en nada al combate y desarticulación de la delincuencia organizada.

SE CALCULA que todas las policías que existen en el país suman más de 500 mil elementos. Por otra parte, el secretario de la Defensa Nacional, general Galván Galván declaró la semana pasada, que en el negocio de la producción, transporte, venta y consumo final de los narcóticos, están involucradas más de 500 mil personas.

FRENTE A ESTE PROBLEMA, el sistema por el que han optado los estrategas de la Secretaría de Seguridad Pública federal, la Procuraduría General de la República y los altos mandos del Ejército, ha sido el de recuperar y ocupar los territorios. Cuando los malandros han dañado algunos de los controles vitales de una ciudad (inseguridad y paz social), optan por mandar cientos de soldados y policías federales a esas ciudades para rescatarla de los malosos, que no es lo mismo que combatir el delito.

CUANDO UN ÁREA TERRITORIAL DETERMINADA se le escapa al poder público su control o cuando las autoridades son rebasadas por los operadores del crimen organizado, el presidente Felipe Calderón opta por mandar en “montón” miles de elementos federales al área conflictiva.

DE ESTA MANERA vemos cómo miles de enmascarados recorren calles, avenidas y negocios comerciales (hasta para hacer el súper, por ejemplo) sembrando el terror citadino. El pueblo no sabe a estas alturas del partido cuáles son los buenos y cuáles los malandros. Ambos visten las mismas ropas, usan el mismo tipo de vehículos, las mismas armas y son idénticas las máscaras o pasamontañas con que se cubren el rostro y ambos también instalan retenes.

EL PUEBLO LLANO como lo somos todos nosotros, no ha podido comprender a estas alturas cuál es el mensaje que el Gobierno mexicano quiere mandar a los malandros con esos operativos. ¿Inhibirán de verdad al crimen organizado? ¿Lo obligarán a abandonar la plaza?

LAS PERSONAS QUE saben de estos asuntos y que han trabajado por años con los problemas de seguridad no lo creen así. Algún periodista llamó a este sistema como el de “Los Piñatazos”, pues en sus operativos y cateos rara vez hay detenidos y las más de las veces, estas acciones de limitan a unas puertas rotas y el terror de los vecinos. Hasta ahí.

OTRO ASUNTO DE CAPITAL importancia es el de los retenes, que inconstitucionales por definición, han sido el pretexto para secuestrar a muchos mexicanos y posteriormente asesinarlos. En un país en donde todo parece falso o de a mentiritas, ahora han aparecido también los “retenes ‘piratas’”, que montan los malandros para facilitarse la comisión de sus crímenes. ¿Dígame usted quién se someterá en el futuro al topar con un retén, cuando no está cierto de que haya sido instalado por una autoridad, cuando podría también tratarse de una verdadera trampa?

EL ESTADO TIENE la indeclinable y primera obligación de garantizar la seguridad de sus habitantes. Un Gobierno que no puede cumplir con esta elemental obligación, falla en su principal cometido. El Gobierno tiene el deber de imponer y hacer cumplir dentro del marco del derecho, precisamente el Estado de Derecho.

EL INCUMPLIMIENTO por parte del Estado de esa su capital obligación, históricamente ha degenerado en el rompimiento del orden jurídico y la desaparición del Gobierno que no cumplió. En estos casos, los gobiernos han sido generalmente sustituidos por regímenes fascistas que ofreciendo poner el orden, la adolorida y vejada sociedad cae final y fácilmente en férreas dictaduras con todas sus letales consecuencias.

EL GOBIERNO MEXICANO debe resolver el problema y no creemos que sea mediante “PIÑATAZOS” como lo va a lograr. Es necesaria la aplicación de servicios de Inteligencia, investigación, información financiera y sobre inversiones significativas, compras de inmuebles por decir algo.

ES UNA VERDADRA desgracia que en el penoso asunto del joven Fernando Martí asesinado por sus secuestradores, (como también en otros cientos similares) hayan aparecido involucrados miembros de las policías locales, estatales y federales.

AHORA DÍGANME: ¿Quién va a poder distinguir los retenes y policías “pirata” de los que no lo son?

Comentarios

gaasoc@hotmail.com

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 371360

elsiglo.mx