El Pontífice señaló que 'en la sociedad y en el cultura actual, incluso en la querida ciudad de Roma, no es fácil vivir el signo de la esperanza cristiana'. (EFE)
El papa Benedicto XVI ha declarado hoy que trabajará para que los inmigrantes "no sean excluidos" durante la inauguración del congreso eclesial de las diócesis de Roma en la Basílica de San Juan de Letrán.
"Trabajaremos para que no sean excluidos los inmigrantes que llegan con la esperanza de encontrar acogida, dentro del respeto de nuestras leyes", afirmó el Papa.
Benedicto XVI dijo ser consciente "de la difusión de los males y problemas que la ciudad de Roma lleva consigo", por lo que aseguró que la Iglesia trabajará para "promover una cultura y una organización social más favorable a la vida, además de a la valorización de las personas ancianas".
El Pontífice señaló que "en la sociedad y en el cultura actual, incluso en la querida ciudad de Roma, no es fácil vivir el signo de la esperanza cristiana".
El papa Ratzinger también reiteró su condena de la eutanasia, de la que dijo es "una fuga del dolor, que no cura".
"Es insensato negar la contribución de las ciencias y de las tecnologías, pero también es miope ignorar que estos progresos disponen de medios de destrucción. No son la ciencia y la tecnología las que dan sentido a la existencia", agregó.
