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Acciones contra el sudor

EL BOTOX PUEDE COMBATIR EL EXCESO DE SUDORACIÓN

La toxina, conocida popularmente como Botox, se usa en campos como la dermatología para atajar una enfermedad llamada hiperhidrosis, un problema que consiste en un exceso de sudoración.

La toxina, conocida popularmente como Botox, se usa en campos como la dermatología para atajar una enfermedad llamada hiperhidrosis, un problema que consiste en un exceso de sudoración.

Silvia Ojanguren

La aplicación de la toxina botulínica en el campo de la estética es muy popular, pero es mucho más que un remedio para las arrugas.

El empleo de la toxina botulínica en el campo médico ha cambiado la vida de muchas personas, pues además de ser un efectivo tratamiento para borrar huellas de expresión, es una herramienta importante a la hora de tratar padecimientos de tipo neurológico y dermatológico.

De hecho, su aparición en el mundo de la medicina, que data de hace muchos años, se dio como fármaco y de allí pasó a formar parte del arsenal de los especialistas dedicados a cuidar la belleza, concretamente a mantener el cutis con apariencia joven.

Experiencia larga

El doctor Luis Moyá, jefe de dermatología clínica y cosmética del centro integral de bienestar y belleza Biosphera nos cuenta que la toxina, conocida popularmente como Botox, se usa en campos como el de la oftalmología, neurología y ortopedia, así como en el de la dermatología para atajar una enfermedad llamada hiperhidrosis, “un problema no muy común y que consiste en un exceso de sudoración”.

Este mal provoca sudor en zonas como las axilas, las palmas de las manos y las plantas de los pies, y el efecto de la toxina botulínica “es espectacular, le cambia la vida a la persona afectada”.

El experto considera que las víctimas de la sudoración extrema por lo general están sometidas a un estrés moderado, derivado de pensar que van a empezar a manchar su ropa al sudar tremendamente. Esto les genera un aislamiento social.

Hay gente que ni siquiera puede dar la mano para saludar, debido a que el sudor le moja la mano.

Mapamundi

Se trata de un problema mundial, pues afecta a entre 1% y 2% de la población. La hiperhidrosis afecta por igual a hombres y mujeres, y se trata de una enfermedad que tiene un componente hereditario de 40%, nos cuenta el experto en el empleo del Botox, quien agrega que “las estadísticas de la OMS reflejan el problema, que en la consulta vemos cotidianamente, unos dos pacientes por semana”.

El especialista señala que la hiperhidrosis es una enfermedad que no se cura, pero sí se detiene el proceso de sudoración excesiva por alrededor de ocho o nueve meses. De verdad la gente queda feliz, sí les cambia la vida.

CADA NUEVE MESES

La aplicación debe ser cada nueve meses en casos de sudor extremo, mientras que en el campo de la cosmética se emplea cada seis meses. La dilución debe ser hecha correctamente, para que la duración de la toxina sea la debida.

Luis Moyá aconseja a la gente que busca una solución a sus problemas, ya sean estéticos o de salud, que cuiden el lugar donde se aplica el Botox, pues no debe ser inyectado por gente sin conocimientos o en lugares sin certificación.

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