Para algunos analistas Cemex sigue siendo una gran empresa con alta rentabilidad, pese a que sus acciones se hayan desplomado.
El precio de la acción de Cementos Mexicanos (Cemex) se hizo polvo en las últimas seis semanas. Su valor está casi a los mismos niveles que a finales de 2000: 9.35 pesos por título en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
¿Estaría a la vista una oferta hostil para la compañía? De acuerdo a varios analistas y consultores, no.
Si bien su acción en la BMV está barata en realidad el valor de la empresa sigue siendo un bocado grande. Su valor como empresa es de 4 mil 600 millones de dólares (mdd), pero si se le suma la deuda el precio por la cementera rondaría los 15 mil mdd.
Otro de los peros es su alta exposición en diferentes mercados que atraviesan problemas y la perspectiva de mediano plazo es complicada.
“No haría sentido hacer una oferta hostil por una empresa que tiene un escenario desconocido para los próximos años en los sectores donde coloca sus productos”, observó Carlos González, analista de Grupo IXE.
Lejos parece el 15 de junio de 2007, cuando el papel de la cementera mexicana alcanzó su precio más alto en lo que va de la presente década: 42.50 pesos por cada uno.
Más lejos está el atractivo rendimiento que generaron sus títulos en la BMV entre el 1 de enero de 2001 y el 28 de junio de 2007: 466%.
Su capacidad de generar ganancias a sus socios y accionistas es lo que la hizo una de las empresas más admiradas y demandadas en los mercados de valores.
Su caso llamó la atención entre investigadores del ITAM y el IPADE así como en Universidades del extranjero. La razón: la empresa fue capaz de hacer del cemento (un producto descubierto hace más de dos mil años por los romanos), un producto de primera necesidad. La base para lograrlo fueron los grandes avances de las tecnologías de información.
En 1992, cuando Cemex compró a la española Cementos La Valenciana, más de un inversionista de la cementera puso en duda no sólo la adquisición, sino también el liderazgo de Lorenzo Zambrano.
Luego la firma empezó una carrera de adquisiciones que no paró en 15 años consecutivos. La especialidad de la casa fue detectar cementeras que estuvieran en problemas financieros y, por ende, perdiendo atractivo a ojos y manos de sus inversionistas y socios.
El más reciente caso fue Rinker. Esta firma entre abril y agosto de 2006 tuvo una sensible baja en el precio de sus acciones y perdieron casi la mitad de su valor. La razón fue el escenario poco optimista del mercado de la vivienda en Estados Unidos, de donde procedían la mayor parte de sus ingresos.
Dado el bajo precio de las acciones en una empresa que tenía solidez de su balance general y con el atractivo de tener fuerte presencia en Estados Unidos, Cemex se aprestó a engullir una empresa por la que finalmente pagó 14 mil 200 mdd.
“Hoy quizá alguien podría comprar muchas acciones de Cemex porque nunca podrías encontrarla más barata, pero no es tan fácil, hay estatutos, mecanismos de protección”, confirmó otro asesor de inversiones de otra casa de bolsa que tiene como política no citar a sus analistas.
Los problemas de Cemex, aunados a una turbulencia financiera mundial, hicieron que la pérdida fuera un tobogán.
Del 15 de junio de 2007 al cierre de la jornada bursátil de hpy 30 de octubre, la acción lleva una pérdida de 79% en su valor: ahora sólo vale 9.35 pesos cada una.
Desde inicios de 2007 las cosas empezaron a salir mal en Estados Unidos y Europa por la menor construcción de viviendas y la crisis de hipotecas subprime.
Además, la expropiación de sus activos en Venezuela (hoy en negociación), así como la pérdida de más de 711 millones de dólares en instrumentos derivados durante la primer semana de octubre, aceleraron la pérdida en el precio de su acción.
“Pero Cemex está lejos de que le suceda lo que Comercial Mexicana”, aseguró Carlos Hermosillo, analista de Vector Casa de Bolsa.
Así que calma. Cemex seguirá siendo de sus principales socios mexicanos. Al 15 de abril tenían en su poder el 4.52% de las acciones en circulación.
