Trabajadores temporales mexicanos ocupan plazas en Canadá que no son atendidas por la fuerza laboral local, afirmó Michael Fortier, ministro de Comercio Internacional canadiense.
Los mexicanos laboran en el sector agrícola, de servicios y de construcción en Canadá.
“Estamos contentos con nuestro régimen regulatorio. Tenemos medidas que permiten a decenas de miles de trabajadores temporales venir a Canadá”, dijo aquí después de ofrecer una conferencia sobre competitividad regional en Norteamérica.
Destacó que los vuelos de Mexicana a las ciudades de Edmonton y Calgary incrementan las oportunidades para aumentar la fuerza laboral temporal de origen mexicano.
Indicó que el trámite para ocupar una plaza se realiza con la solicitud de una visa temporal de trabajo vigente por algunos meses, después de los cuales los mexicanos deben regresar a su territorio.
Las principales provincias receptoras de fuerza laboral temporal son Quebec, Alberta y Columbia Británica.
“Canadá continuará proactiva para asegurar que cumplamos nuestras necesidades laborales”, señaló el ministro de Comercio Internacional de ese país.
En contraste con el nivel de trabajadores temporales, las inversiones mexicanas en Canadá aún son bajas, reconoció Fortier.
El capital nacional se concentra en los sectores de manufactura, infraestructura y turismo.
En el contexto de la aportación económica de los trabajadores temporales, Fortier aprovechó para insistir en las ventajas económicas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que permite el libre intercambio de mercancías entre México, Estados Unidos y Canadá.
Con base en un esquema de seguridad, el funcionario canadiense llamó a crear “la zona de libre comercio más grande y efectiva del mundo”.
Para Estados Unidos, el TLCAN ha generado millones de plazas laborales, argumentó el ministro de Comercio Internacional de Canadá. Desde la entrada en vigor del tratado, el comercio entre México y Canadá se ha cuadruplicado, según la Cámara Canadiense de Comercio.
En 2007 el valor de las transacciones entre ambos países fue de 23 mil 555 millones de dólares.
Para mejorar el clima de negocios en Norteamérica, Fortier dijo que es necesario modificar las reglas de origen, reducir las barreras comerciales en sectores clave y disminuir los costos de transacción para las compañías.