Víctimas del terremoto en China descansan sobre el suelo de un estadio que es su refugio temporal en la ciudad de Mianyang, provincia de Sichuán, al Suroeste del país. La provincia de Sichuán fue la más afectada tras el terremoto de magnitud de 7.8 grados el pasado lunes. (EFE)
Rechazan equipos de rescate de México por la imposibilidad de transportar al personal
a través de los caminos devastados.
El embajador de China en México, Yin Hengmin, anunció que su Gobierno recibirá únicamente donativos económicos para el apoyo de los damnificados del distrito de Wenchuan, provincia Sur-occidental china, donde el pasado 12 de mayo ocurrió un terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter.
En conferencia de prensa, el diplomático dijo que es imposible abrir centros de acopio para recibir medicinas o artículos de rescate, debido a que la transportación hacia su país es poco práctica.
Los números de cuenta a nombre de la Embajada de la República de China son el banco HSBC en México con el número 199184962 en pesos mexicanos y la 199312118 en dólares, para cualquier aportación económica que se desee realizar desde México.
El embajador chino informó que el Gobierno mexicano ha ofrecido enviar equipos de rescate a la zona afectada, lo que hasta el momento ha sido rechazado por su Gobierno, debido a la imposibilidad de transportar personal de apoyo a través de caminos que fueron devastados por el terremoto.
El diplomático señaló que hasta el 14 de mayo se había registrado 14 mil 463 muertos, 25 mil 788 personas atrapadas bajo los escombros, 64 mil 746 heridos y mil 405 personas desaparecidas.
Señaló también que se destruyeron aproximadamente 4 millones de viviendas y se han derrumbado 216 mil casas.
El embajador informó que le número de muertos irá en aumento, dependiendo de la remoción de los escombros en la zona.
15 MIL MUERTOS Y 30 MIL DESAPARECIDOS
Por su parte, helicópteros militares chinos dejaron caer alimentos y medicinas para los sobrevivientes del sismo en China, quienes continuaban aislados ayer a consecuencia de avalanchas que cerraron los caminos.
La cifra oficial de víctimas a consecuencia del sismo del lunes en el Centro de China se elevó en tanto a casi 15 mil y más de 30 mil personas se dan por desaparecidas.
Mientras llega la ayuda a algunas de las zonas más afectadas, continúan siendo rescatadas algunas de las víctimas atrapadas bajo edificios derrumbados.
El número de muertos asciende de momento a 2 mil 500 sólo en Shifang, ciudad china situada a cincuenta kilómetros del epicentro del seísmo, según infromó ayer el Gobierno local.
Unos 238 estudiantes fueron incinerados y 147 se dan por desaparecidos según la informaciones facilitadas por el Gobierno local en su página Web.
El número de heridos asciende a 10 mil y los daños materiales han sido evaluados en 40 billones de yuanes.
Unos mil soldados, que llevan a cabo las labores de rescate, fueron lanzados en paracaídas y unas 10 mil personas continúan en los refugios del Gobierno.
Según la agencia china la población de Shifang asciende a 430 mil habitantes.
El terremoto sacudió el pasado lunes el Suroeste de China y desde entonces se han producido más de 300 réplicas.
‘Los chinos no sabían cómo reaccionar’
“Creí que el suelo a mis pies se iba a abrir”, relató Alfonso Murguía, un estudiante mexicano residente en Chengdú, capital de la provincia de Sichuán, que sobrevivió al seísmo.
“La tierra tembló y los edificios empezaron a balancearse, mientras la gente se agolpaba presa del pánico en las calles”, recordó Murguía.
“Estábamos tomando té y de repente sentimos un temblor muy intenso. Salimos enseguida del edificio y vimos que la gente corría en todas direcciones, despavorida”, agregó Alfonso, de 25 años y oriundo del central estado mexicano de Puebla.
Alfonso es uno de los cuatro mexicanos que la Embajada tiene registrados como residentes en Sichuán y que en medio de la tragedia resultaron ilesos.
“Lo más impactante fue ver el pánico de la gente. Los chinos no sabían cómo reaccionar, estaban absortos y corrían sin saber hacia dónde ir”, comentó Nancy Lizeth Escajera, otra estudiante residente en Chengdú.
Este es el peor terremoto que sufre China en las últimas tres décadas.
“La población estaba desesperada y no sabían cómo actuar. El suelo tembló dos minutos y después todo se movió”, contó Lizeth, estudiante de 28 años oriunda de la occidental ciudad mexicana de Guadalajara.
Tras el terremoto, registrado el lunes, los habitantes de la ciudad de Chengdú salieron a la calle por temor a que las réplicas del sismo derrumbara sus departamentos, escenas que según los testigos recordaban a las vividas durante la guerra.
“Traté de salir a la calle para dormir en el suelo, pero era imposible. Todo el mundo se agolpaba en los espacios abiertos. No había ningún hueco. Jamás presencié algo así”, externó por su parte Alfonso.
“Mis compañeros me han dicho que el suministro de agua iba a ser interrumpido. He visto a chinos corriendo para comprar agua y víveres en las tiendas, y haciendo colas interminables”, explicó Nancy, en cuya memoria han quedado dichas escenas.
