La fuga de un interno del Cereso de Gómez Palacio que escapó del edificio del Poder Judicial de la Federación, no se dio en las oficinas del Juzgado Segundo de Distrito, sino del área asignada para los presos a cargo de los policías municipales que estaban dormidos con la refrigeración de la camioneta encendida.
Personal del citado juzgado federal que pidió reservar sus nombres, dio su versión de los hechos y con datos precisos señala que Sergio Guadalupe Gallegos Prada, interno fugado durante 48 horas, fue requerido en la rejilla de prácticas del Juzgado Segundo de las 10:00 a las 10:15 de la mañana del pasado viernes, cuando fue notificado para una amonestación relacionada con una sentencia que tiene por delitos contra la salud.
El señalamiento contradice la versión del titular de la Secretaría de Protección y Vialidad (SPyV) de Gómez Palacio, Antonio Horacio Ramírez Morales, quien asegura que “no se les peló a los policías. Se sustrajo de la acción de la justicia en el interior de las oficinas del Juzgado Segundo de Distrito, pero ya fue localizado y reintegrado al penal”.
Los oficiales de Seguridad Pública de Gómez Palacio, Miguel Ángel Fernández Hernández y José Manuel de la Torre Franco, presentaron al detenido a temprana hora y como llevaban “cuerda” (más detenidos requeridos en los juzgados) tuvieron que aguardar al final.
La fuga se registró a las 13:40 horas, momento en que se activó la alerta a las corporaciones policiacas, principalmente de Torreón que iniciaron la búsqueda del sujeto en los alrededores de la colonia San Isidro, pero con resultados negativos.
En el juzgado también se informó que Gallegos Prada tiene cargos por robo en el fuero común pero que le fueron encontrados 125 gramos de marihuana en su celda de Gómez Palacio y se le inició un proceso penal por posesión simple, al que fue sentenciado con 11 meses y 15 días de prisión.
Para el personal del Juzgado es importante que se inicie un procedimiento administrativo contra los custodios, ya que no es adecuado que malinformen a sus superiores. “Estaban dormidos con la refrigeración de la camioneta”, dice uno de los testigos que pidió el anonimato, sobre la fuga del interno que duró dos días “libre”.
