Durango

Acribillan a familia en cortejo fúnebre

Agentes de todas las corporaciones acudieron al apoyo, pero la Federal es la que atraerá el caso.

Agentes de todas las corporaciones acudieron al apoyo, pero la Federal es la que atraerá el caso.

El Siglo de Torreón

Iban a sepultar a sujeto ejecutado el lunes pasado en la Mayagoitia, cuando les salieron al paso tres vehículos y los rafaguearon, arrojando saldo de cuatro muertos, entre ellos dos señoras.

El lunes pasado ejecutaron a un señor de 37 años con un fusil de los llamados “mata-policías” en los terrenos de la colonia Mayagoitia, ayer cuando iban a enterrarlo un comando armado irrumpió en el cortejo fúnebre, faltaban como 100 metros para llegar al panteón y abrieron fuego contra la camioneta en la que iban la abuelita, la tía, un primo y el tío del occiso, provocando que la unidad se estrellara contra la barda de las instalaciones de la PGR, quedando ahí sin vida los cuatro ocupantes víctimas de múltiples heridas producidas por armas de “cuernos de chivo”.

Después de que el lunes por la tarde mataran de ocho balazos a Jorge Loera Silva, de 37 años, vecino de la calle Pastor Rouaix, de la colonia Héctor Mayagoitia, la Procuraduría General de Justicia se llevó el cadáver para realizarle la necropsia de ley y a las primeras horas del martes les regresaron el cuerpo a los familiares para que lo velaran.

Fue hasta el miércoles al mediodía cuando se llevaron a cabo las honras en una capilla del citado sector y cuando todos los familiares y amigos de Jorge se dirigían al panteón Valle de Los Sabinos, ubicado a siete kilómetros de la mancha urbana de la capital sobre la carretera a Parral, se suscitó la terrible masacre, a 100 metros antes de llegar al camposanto.

Algunos de los familiares se habían adelantado para arreglar el espacio en el cementerio y otros iban detrás de la carroza junto con una hilera de carros que conformaban el cortejo fúnebre, justo enfrente de las instalaciones de la delegación de la PGR salieron dos camionetas de lujo negras de la línea Lobo y un Jetta plateado e irrumpieron en la fila abriendo fuego contra una camioneta Blazer negra en donde iban Carlos Loera Silva, de 41 años, primo del fallecido; su padre Manuel Loera, de 75 años, además en esa unidad viajaban la abuelita y la tía del multicitado Jorge Loera.

“Fue impresionante”, comentaron las personas que iban en el cortejo, “sólo vimos cómo salieron las camionetas y empezaron a disparar y ya fue cuando vimos que la camioneta de los Loera se descontroló y fue a chocar contra la barda de la PGR, no pudimos hacer nada, nos quedamos quietos viendo cómo se iban los asesinos rumbo a la ciudad”.

Atrae PGR la investigación

Los primeros que llegaron fueron los agentes federales y más tarde arribó el grueso de elementos de las diferentes corporaciones, pero cuando el personal de la Procuraduría estatal intentó acercarse al lugar para iniciar con la indagatoria y el levantamiento de las evidencias los federales no los dejaron pasar argumentando que ellos se iban a ser cargo del asunto.

En medio de la carretera quedaron cerca de 20 casquillos percutidos calibre 7.62x39, de los que disparan los rifles AK-47, con los que asesinaron a las cuatro personas que iban en la Blazer.

Más tarde llegó el general de la Décima Zona Militar, Moisés Melo García, y sin importarle que algunos federales le dijeron que no pasara a la escena del crimen se acercó a ver a los cuatro occisos, posteriormente se metió a las oficinas de la PGR por varios minutos y después salió en compañía del subdelegado de la dependencia, Eduardo Díaz Castañeda, para declarar que hasta ese momento no había personas detenidas y que el caso indudablemente lo atraería la instancia federal.

Habían “levantado” a otro Loera. El pasado 30 de noviembre alrededor de las 13:00 horas en la calle Otinapa esquina con Encino, en la colonia Santa María, fueron “levantadas” dos personas por un comando armado que circulaba a bordo de una camioneta Suburban de color gris, con placas del estado de Puebla, y entre las víctimas se encontraba Luis Loera, padre del hoy occiso Jorge Loera, y aunque se registró un fuerte movimiento policiaco para perseguir a los plagiarios no se logró saber nada sobre el paradero de las personas, presumiéndose sólo que se trataba de integrantes de la delincuencia organizada.

Aseguran una camioneta y armamento

Después de la ejecución de cuatro integrantes de la familia Loera se realizaron varios operativos de persecución por diversos puntos de la ciudad, tanto por tierra como por aire; uno de los puntos donde se registró más proliferación de agentes fue en el fraccionamiento Jardines de Durango, logrando asegurar una camioneta Ford, de la línea Lobo, de color negra, misma en la que se presume iban los asesinos, pues en el interior, según fuentes extraoficiales, había una bazuca, una granada, un fusil Barret calibre .50, varios “cuernos de chivo” y cartuchos de diferentes calibres, procediendo los agentes de las Fuerzas Especiales a llevarse de inmediato el vehículo.

En el mismo lugar se comentó entre los vecinos que habían detenido a cuatro personas que iban en la Lobo, sin embargo, ninguna autoridad reportó tal aprehensión por lo que se presume que fueron sólo rumores y los tripulantes alcanzaron a darse a la fuga antes de que llegaran los policías.

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Escrito en: Ejecuciones

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