El presidente de México, Felipe Calderón, y su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush, coincidieron en la urgencia de contar con una frontera segura y "en organizar una estrategia común para enfrentar y vencer a un enemigo común, que es el crimen organizado y el tráfico de drogas".
Durante un encuentro bilateral que se realizó en el marco de la visita de trabajo que Calderón realiza a este país, el mandatario mexicano destacó la Iniciativa Mérida sobre la cual habló previamente con su homólogo estadunidense.
El presidente Calderón expuso que esa iniciativa busca poner los instrumentos que permitan llevar adelante esa estrategia contra el enemigo común.
En un hotel de esta ciudad, argumentó que el objetivo es preservar la salud de las familias mexicanas y norteamericanas; apreció que el gobierno de Estados Unidos en sus distintos niveles haya empezado a trabajar sobre el tráfico de armas hacia México.
"Sé que hemos tenido algunos avances, que se han atrapado a algunos líderes del tráfico de armas", dijo Calderón al tiempo que destacó el compromiso de su gobierno con la defensa de los derechos de los mexicanos en Estados Unidos, en participar en el ámbito internacional.
De esta forma, subrayó la importancia de su gobierno de seguir impulsando una agenda que logre una solución comprensiva e integral del problema migratorio.
"Sé que hay un proceso electoral en curso en Estados Unidos, que muchas decisiones incluyendo ésta le competen a los ciudadanos norteamericanos", destacó el mandatario mexicano.
Sin embargo, sostuvo que lo importante para su gobierno es no perder el impulso,"que redoblemos esfuerzos para dar una solución comprensiva e integral al problema migratorio que aún permanece sin resolver y que requiere una solución responsable".
Durante el encuentro ambos presidentes estuvieron acompañados por sus respectivas comitivas, así como de los embajadores de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, y su homólogo estadunidense en México, Antonio O. Garza.
También los secretarios de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; de Economía, Eduardo Sojo; y del Trabajo, Javier Lozano; así como el jefe de la Oficina de la Presidencia, Gerardo Ruiz.
Al término de la reunión Calderón y su delegación se trasladaron al Museo del Niño, donde inauguró la exposición El juguete mexicano; ahí recorrió el lugar y comentó que sus tres hijos aún utilizan algunos juguetes tradicionales como los exhibidos.
En una conversación cordial con los presentes y luego de intentar jugar con un balero, Calderón vio en el lugar a dos "judas" (figuras hechas de cartón) y recordó que recientemente sus tres hijos, María, Luis Felipe y Juan Pablo quemaron dos en Los Pinos.
