Cinco mil jóvenes de veinticinco países diferentes participaron ayer en una manifestación en Nueva Delhi, India, en contra de los ataques acaecido en Mumbai la semana pasada. (EFE)
Arroja el cómputo final oficial 183 muertos y más de 300 heridos tras la ola de violencia en Mumbai.
Un alto funcionario de la Policía de Mumbai acusó al grupo extremista paquistaní Lashkar-e-Taiba de ser responsable por los ataques terroristas que dejaron al menos 183 muertos.
El comisionado Rakesh Maria dijo ayer que los atacantes eran de “un grupo radical” en el grupo, conocido por el acrónimo LeT.
Ese grupo ha sido considerado desde hace tiempo como una creación de los servicios paquistaníes de Inteligencia para ayudar a librar su guerra clandestina contra India en el disputado territorio de Cachemira.
Previamente, un funcionario estadounidense de contraterrorismo dijo que “algunas rúbricas del ataque” correspondían con Lashkar y otro grupo que ha operado en Cachemira. Ambos grupos presuntamente están vinculados con Al Qaeda.
El Gobierno de India enfrenta cada vez más acusaciones de fallas por los ataques terroristas y equipos continuaban sacando ayer cadáveres del elegante hotel Taj Mahal, al tiempo que el funcionario de más rango en materia de seguridad del país renunció.
El ministro del Interior de la India, Shivraj Patil, presentó ayer su dimisión tras asumir la “responsabilidad moral” por el ataque terrorista contra la ciudad portuaria de Mumbai (Bombay), informó una fuente del partido gubernamental.
Patil envió la carta de dimisión al primer ministro, Manmohan Singh, quien aún no ha decidido si la acepta.
El ministro “ha asumido la responsabilidad moral y ha decidido dimitir”, dijo la portavoz del Partido del Congreso, Jayanti Natarajan.
El ataque contra Mumbai “es horrendo y el Gobierno se lo toma muy en serio. Es un ataque intolerable a la soberanía india”, añadió la portavoz.
Singh celebró ayer una reunión con los líderes de los principales partidos del país para analizar la situación tras los atentados que causaron la muerte de 183 personas y heridas a más de 300, según el último cómputo oficial.
Entre los muertos había varios extranjeros: alemanes, canadienses, israelíes principalmente, así como ciudadanos de Gran Bretaña, Italia, Japón, China, Tailandia, Australia, Estados Unidos, Singapur y México.
Un grupo islámico indio, Deccan Mujahideen, se atribuyó la responsabilidad por los ataques, pero funcionarios indios dijeron que el único miliciano sobreviviente provenía de Pakistán y expresaron sospechas sobre su vecino.
Pakistán ha negado toda participación en los ataques y exigió a Nueva Delhi evidencias de sus acusaciones.
‘No tengo remordimientos’
El terrorista detenido en Mumbai durante la operación contra el comando que atacó la capital financiera india aseguró a la Policía que hizo “lo correcto” y no se arrepiente de su participación en los atentados, que causaron la muerte a 183 personas y heridas a más de 300.
“He hecho lo correcto, no tengo remordimientos”, dijo Ahmal Amin, según fuentes policiales citadas ayer por la cadena delhí NDTV.
De acuerdo con las versiones ofrecidas por distintos medios indios, Amin ha reconocido su pertenencia al Lashkar-e-Toiba, un grupo con base en Pakistán que lucha por la independencia de Cachemira.
El atentado fue reivindicado el pasado miércoles, poco después de comenzar el asalto de los comandos terroristas por un desconocido grupo que se identificó como Deccan Mujahidin.
Los investigadores han rastreado la dirección IP del correo electrónico desde el que se envió la reivindicación del atentado para concluir que se encuentra fuera de la India.
Otras revelaciones de los investigadores, basadas tanto en el testimonio de Amin como en la interceptación de conversaciones entre los terroristas y el análisis de pruebas incautadas, indican que un grupo distinto al que atacó Mumbai hizo hace cuatro meses la misión de reconocimiento previa al ataque.
Según las filtraciones a los medios indios, el grupo disponía de fotos tomadas por satélite y mapas de sus objetivos.
Dos de los presuntos terroristas habían reservado una habitación en el lujoso hotel Taj Mahal, utilizando documentos falsos de identidad de estudiantes de Mauricio.
Los terroristas acumularon explosivos en la habitación, donde recibieron “muchas visitas” que la Policía está ahora investigando, según las fuentes policiales de NDTV. Al menos once terroristas participaron en la acción contra la ciudad portuaria india, que ha sufrido tres grandes atentados desde 1993.