Soldados libaneses patrullan las calles de Trípoli, al Norte de Líbano, después de que simpatizantes al Gobierno saquearan la sede del Partido Baath. (EFE)
El primer ministro libanés Fuad Saniora, pidió ayer al Ejército que restaurara la Ley y el orden en todo el país y desarme a las fuerzas irregulares, además de acusar a la organización islamista Jezbolá de perpetrar un “Golpe de Estado”.
Fuad Saniora agregó que el Líbano no puede tolerar que Jezbolá retenga impunemente sus armas, pese a que las fuerzas gubernamentales se han batido en constante retirada o permanecieron al margen de los combates ocurridos los últimos días en Beirut entre los guerrilleros sunis y shiies.
Las críticas de Saniora a Jezbolá, las primeras desde que comenzó la lucha, seguramente contribuirán a la escalada de las tensiones entre el Gobierno y la Oposición respaldada por Siria e Irán.
El primer ministro conminó al Ejército “a que una vez más imponga la seguridad para todos, en todas las áreas, detenga a los irregulares y los retire inmediatamente de las calles... para restaurar la vida normal”.
Pese a su tono contundente, su debilitado Gobierno no ha sido capaz de controlar a Jezbolá ni obligar al Ejército a pelear. Las Fuerzas Armadas permanecen acuarteladas y sólo en las últimas horas emplazaron tropa para proteger a los asediados líderes de las facciones gubernamentales. Sin embargo, no ha disparado un solo tiro contra los guerrilleros shiies, que coparon extensas zonas del Occidente de Beirut, controladas hasta entonces por los sunitas.
Saniora se ha parapetado en su sede del Gobierno, protegido por fuerzas libanesas, desde que Jezbolá y sus aliados ocuparon las zonas sunitas en unos enfrentamientos en los que murieron 25 personas.
“No podemos aceptar ya que Jezbolá y sus armas sigan así. Los libaneses no pueden aceptar esta situación”, indicó en un discurso televisado a todo el país.
Empero, indicó que su Gobierno no piensa utilizar la fuerza para desarmar a los guerrilleros de Jezbolá, que pelearon con Israel en 2006 y que tienen cuantiosos arsenales de cohetes y armas, así como miles de combatientes.
Deja dos muertos ataque en funeral
Una procesión fúnebre fue atacada a tiros ayer por varios desconocidos en un vecindario suní de Beirut y además de morir dos personas, resultaron heridas otras dos, dijo la Policía.
Un fotógrafo de AP que presenció el tiroteo en la procesión fúnebre dijo que el ataque ocurrió cuando la procesión con unos 200 dolientes se dirigía a un cementerio cercano para enterrar a una persona de 24 años muerta en los enfrentamientos de la semana.
Varias personas de la procesión agredieron al fotógrafo con golpes en la cabeza y le arrebataron sus cámaras. Los soldados que estaban cerca intervinieron para dispersar al grupo que lo atacaba y recuperaron una de las cámaras.
De acuerdo con varios testigos, un automóvil pasó cerca de la procesión y sus ocupantes dispararon a los dolientes, quienes corrieron en busca de protección.