Mientras el hermetismo continúa en la Agencia del Ministerio Público, sobre el caso de un joven de 23 años que perdió la vida de un balazo en la cabeza en el ejido San Miguel y donde se implica a un policía ministerial como el autor material del crimen, familias y vecinos aseguran que la herida mortal no fue con la pistola del ahora occiso sino con la que portaba el agente.
Como se informó en la edición de ayer, Juan José Muñoz Rosales, vecino del ejido Rancho Alegre, de este municipio, acudió el pasado sábado a un baile en San Miguel donde al parecer se registró una riña.
La abuela de Fabiola Argumaniz Zurita, esposa de Juan José, relata que el muchacho ese día traía una pistola que tomó de la casa de su papá en Rancho Alegre, donde se encontraba antes de acudir al festejo. Según los informantes, Juan José había realizado varios disparos al aire en su poblado y cuando llegó a San Miguel, la pistola ya no tenía balas.
Él y Fabiola se fueron a vivir temporalmente a San Miguel, mientras terminaba la construcción de una pequeña vivienda en Rancho Alegre. “Por eso estaban aquí y al muchacho se le hizo fácil tomar la pistola de su padre y llevarla al baile para presumirla y fanfarronear, pero ya no tenía balas”, insistieron.
Luego de censurar la participación de dos policías ministeriales que estaban como custodios en el baile, dijeron que el ahora occiso mostraba a sus amigos el arma cuando llegaron los agentes para asegurársela.
“Como él no se dejó, se quiso escapar y éstos se lanzaron contra él y según los testigos, cuando él quiso tomarla de entre la hebilla de su cinto, el ministerial inmediatamente sacó su pistola para darle en la frente”, dijo la abuela de la ahora viuda, en medio del llanto.
Juan José era padre de dos niños, uno de 4 y otro de 5 años, “se llaman Braian y Jesús, quienes ahora por la irresponsabilidad de ese policía, se quedan al desamparo... no se vale que hayan terminado así los hechos, ya que si el ministerial creyó que Juan José lo iba a atacar, mejor le hubiera disparado en una pierna o en otra parte del cuerpo...”.
Por su parte, el agente del Ministerio Público, Adolfo César Ochoa, respondió ayer que aún no recibía el parte del caso, “no hay periciales en qué apoyarse y revisarlos, pues no quiero aventurarme a decir algo sobre este asunto que es muy delicado”. “El licenciado Mena -coordinador de la Agencia Ministerial-, pudiera tener más información al respecto”, expuso. Sin embargo, el hermetismo fue similar pues ahí sólo dijeron que por Ley, las averiguaciones son de carácter reservado.