En la actualidad se han detectado alrededor de cuatro mil sustancias químicas en los cigarros, entre ellas: nicotina, arsénico, metanol, amoniaco y monóxido de carbono. (Archivo)
En México existen 26 millones de personas fumadoras, y de ellas 14 millones son adolescentes, advirtieron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Un estudio realizado por los expertos estableció que los riesgos de la adicción al tabaco provocan enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y obesidad, además de que el consumo de tabaco se inicia cada vez a más temprana edad, que oscila ahora entre los 9 y 10 años de edad.
La investigación del IMSS advirtió que en México hay 26 millones de personas fumadoras, más de la mitad de ellos, adolescentes.
De acuerdo con el estudio “Características Epidemiológicas del Consumo de Tabaco en Adolescentes”, realizado por médicos del Instituto, el 40 ciento de las mujeres entre 15 y 19 años adopta este hábito antes que los varones, que representan el 27 por ciento. Ante esta situación, el Seguro Social realiza acciones de prevención llevando a escuelas de nivel bachillerato y profesional, a través de un grupo de especialistas, información sobre las graves repercusiones que esta adicción puede tener en la salud, como cáncer en pulmón, garganta y en mamas, en el caso de las mujeres.
La especialista Natividad Hernández Laynes destacó que “mientras más temprana sea la edad a la que se está expuesto al humo del tabaco, el riesgo aumenta, ya que el daño, tal y como lo señala la OMS, se presentará así se fume sólo un cigarrillo cada 28 días”.
Dijo que en la actualidad se han detectado alrededor de cuatro mil sustancias químicas en este producto, entre ellas: nicotina, arsénico, metanol, amoniaco y monóxido de carbono. Éstas al ser inhaladas circulan por la sangre en todo el organismo y, de manera destacada, por los pulmones. Mencionó que el caso de los adolescentes fumadores es particularmente peligroso pues el desarrollo de los pulmones concluye, precisamente, entre los 16 y 18 años de edad.
Apuntó que los agentes que inducen al joven a consumir tabaco se encuentran principalmente en la familia, destacando los primos (50 por ciento), y entre los amigos de su edad, quienes lo ponen como una condición para ser aceptados en su círculo social. Mediante un programa de tres meses se ofrecen pláticas informativas que incluyen, además de lo relacionado con la salud, temas sobre las repercusiones económica, social y familiar del tabaquismo. Asimismo, las psicólogas del Instituto proporcionan terapia individual a cada uno de los integrantes del grupo, que en promedio se forma con 10 jóvenes.
Se trata de dos sesiones por semana, con duración de una hora cada una, en las que se busca ayudar a estos pacientes a superar los problemas de identificación personal que les orillan a fumar.
