Estima el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado que las condiciones laborales en el país han tenido poca mejoría, por lo cual la informalidad y la migración siguen siendo una solución. (Archivo)
Los efectos del menor empleo es el aumento de la informalidad, la migración, el “outsourcing” y el empleo eventual.
MÉXICO, DF.- Las condiciones laborales en México han tenido poca mejoría y el rezago es evidente, ya que no se crean los empleos necesarios, estima el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP). Ahora que la economía enfrenta una menor expectativa de crecimiento, refiere, la preocupación en la materia ha vuelto a tomar fuerza, pues implica no poder darle cabida a los cerca de 1.1 millones de personas que cada año se integran al mercado laboral. Este rezago es evidente mediante cualquier indicador que se utilice, ya sean las cifras del INEGI o del IMSS, las cuales indican que las condiciones laborales han tenido poca mejoría, expone en su publicación semanal Análisis Económico Ejecutivo.
Para el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) , el análisis se ha centrado hasta ahora principalmente en los efectos negativos de la falta de puestos de trabajo estables y bien remunerados. Sobresalen temas como la informalidad, la migración, el considerable aumento en la mecánica del “outsourcing” , incluso el mayor dinamismo del empleo eventual. Una mejora en el sector laboral sólo se podrá dar en un entorno de crecimiento elevado y sostenido, para el cual se requiere que el ambiente en el que operan las empresas sea el más idóneo a efecto de que tengan la posibilidad de generar los puestos de trabajo necesarios.
De acuerdo con el organismo, los problemas principales están a la vista: las empresas enfrentan elevados costos laborales, es decir, lo que pagan por todo lo relacionado a la generación de empleo, no sólo el salario y prestaciones.
También deben hacer frente a las deducciones y contribuciones obligadas por Ley para beneficio de los trabajadores, lo que se denomina costos no salariales, y que en el país representa poco más de 50 por ciento adicional por la contratación de un trabajador. El CEESP expuso que tratar de reducir estos costos ha llevado a buscar alternativas, como es la contratación eventual o mediante un tercero (outsourcing) , pero ello no ha sido suficiente, por lo que la informalidad y la migración siguen siendo una solución.
La tarea se centra en los cambios estructurales que requiere el país para impulsar un mayor crecimiento, como generar un entorno de negocios favorable, un sistema fiscal equitativo, seguridad en los derechos de propiedad, participación de la iniciativa privada en el sector energético, un sistema regulatorio eficiente, entre otros. “La lista es larga, pero no hay posibilidad de omitir alguno de estos factores, por lo que es indispensable apurar los consensos necesarios, dejando de lado los intereses grupales y buscando el mayor beneficio para el país” , concluye el reporte del organismo.
Los ocupados y desocupados
El INEGI proporciona los datos de ocupacón y desmpleo de febrero de 2008:
■ Las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para febrero de este año indican que 58.7 por ciento de la población de 14 años y más en el país se encontraba disponible para producir bienes o servicios (económicamente activa); el restante 41.3 por ciento se ubicó en la población no económicamente activa.
■ El 96.19 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) estuvo ocupada en el mes de referencia. A su interior, 39.3 por ciento se concentró en los servicios, 19.7 por ciento en el comercio y en las actividades agropecuarias laboró el 15.9 por ciento. Según su posición en la ocupación, el 65.6 por ciento se desempeñó como trabajador subordinado y remunerado.
■ En febrero de 2008 la tasa de desocupación (TD) a nivel nacional fue de 3.81 por ciento respecto a la PEA.
