Personal de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos intenta reclutar a jóvenes mexicanos para enviarlos a Irak, con falsas promesas de mejorar sus condiciones de vida, alertó Fernando Suárez del Solar, padre del primer soldado que falleció en la Guerra del Golfo, en marzo de 2003.
Aseguró que, vestidos de civil, militares estadounidenses acuden a bares y centros nocturnos fronterizos donde ofrecen salarios de 20 mil dólares anuales, residencia y otros beneficios si se enlistan en las filas castrenses.
Sin embargo, muchas de las promesas son “verdades a medias”, aseguró, al recordar la experiencia de su hijo, Jesús Suárez del Solar, quien murió en Irak en marzo de 2003, apenas ocho días después de haber llegado, al pisar una mina estadounidense, no por una bala iraquí, como reportó el Gobierno del vecino país.
Fundador de la organización antibelicista “Guerrero Azteca”, creada a raíz de la muerte de su hijo, Fernando Suárez viajó a esta frontera para asistir a la proyección de la película Taxi al lado oscuro, que trata sobre la política de guerra estadounidense, en el marco de la gira de documentales ambulantes.
Alertó a padres de familia que con falsas promesas de mejorar las condiciones de vida, reclutadores del Ejército estadounidense están intentando convencer a jóvenes mexicanos de que se sumen a las Fuerzas Armadas, lo que consideró un verdadero riesgo.
Pero la política del engaño no sólo se practica en suelo mexicano, pues en su propio país el Gobierno de George W. Bush enrola preferencialmente a los jóvenes latinos, en tanto que a los adultos, que intentan trabajar, los expulsa como “ilegales”, criticó.
De acuerdo con las cifras oficiales de Estados Unidos, en Irak han fallecido casi 300 mil personas, sin embargo, son datos parciales porque no toman en cuenta a los ciudadanos iraquíes ni otras personas que también podrían ser víctimas de esa guerra injusta, dijo Del Solar.
Sobre la forma en que murió su hijo, recordó que fue el primer soldado que falleció a ocho días de haber llegado a Irak. El Gobierno estadounidense reportó que cayó por una bala iraquí, sin embargo, sus investigaciones dejaron al descubierto que Jesús murió al pisar una mina de fabricación estadounidense.
Jesús del Solar fue reclutado por solados estadounidenses cuando estudiaba la secundaria. Apenas concluyó la escuela cuando se fue al vecino país.
Los reclutadores le prometieron que sólo estaría un año en el Ejército estadounidense, pero luego descubrió que había sido engañado y tendría que permanecer en las filas castrenses media década.
El joven, que apenas tenía 20 años de edad cuando murió, pretendía cumplir con el año de servicio militar para después ingresar a las filas de la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).