Las acciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para detectar a pacientes con tuberculosis, tienen éxito. En Coahuila, los municipios más afectados por esta enfermedad son Piedras Negras y Acuña.
El epidemiólogo IMSS de Coahuila, Julio César Jan Gómez, explicó que en las fronteras, en este caso Piedras Negras y Acuña, la recurrencia de este padecimiento es más frecuente que en otros sitios, “se ha observado que en ciudades con enfermedades crónico-degenerativas como diabetes mellitus y cáncer e infecciosas como VIH, la tuberculosis es más frecuente”.
Dijo que las campañas de vacunación para prevenir esta enfermedad son constantes y tienen como objetivo ubicar a todas las personas con este padecimiento. Cuando el médico familiar detecta casos de pacientes con tos intensa, se procede a realizar un estudio para verificar si son víctimas de tuberculosis.
Precisamente, agregó, en esta tarea de búsqueda se han encontrado casos que requieren de atención inmediata. El epidemiólogo señaló que esta enfermedad se puede detectar a tiempo, por lo que exhortó a las personas con síntomas como tos productiva (tos con flema), sudores nocturnos o pérdida de peso, a acudir al médico de inmediato.
Según el doctor, en muchas ocasiones los enfermos acuden cuando ya están expectorando sangre, lo que complica su estado de salud. Señaló que no hay un rango de edad donde se presente la tuberculosis, pero los niños (en quienes se puede prevenir aplicando la vacuna BCG desde el nacimiento) y los adultos mayores se consideran la población de mayor riesgo, que se amplía a personas con enfermedades o tratamientos que disminuyen las defensas del organismo.
La tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas más antiguas y conocidas en el mundo, y es causada por una bacteria llamada Mycobacterium Tuberculosis o también llamado Bacilo de Koch. La manera en que se puede contagiar de una persona enferma a otra sana, es a través de la inhalación de pequeñas gotas de saliva esparcidas en el ambiente, explicó el epidemiólogo.
La dispersión de secreciones respiratorias en el ambiente se logra cuando una persona enferma tose, estornuda, escupe o al sólo hablar arroja gotitas de saliva, que pueden contener una gran cantidad de bacilos responsables de este mal.
La enfermedad se desarrolla una vez que el bacilo entra al cuerpo humano a través de la nariz o boca y llega hasta los pulmones, el primer contacto es con las defensas naturales del pulmón. Este sistema de defensa, en la mayoría de los adultos, logra controlar la infección.
Sin embargo, dijo Jan Gómez, bajo condiciones que impiden la adecuada función del sistema inmune como son: la infección por VIH, desnutrición, diabetes mellitus, insuficiencia renal y enfermos con trasplante de algún órgano, la infección puede diseminarse a áreas más extensas del pulmón u otros órganos del cuerpo, esta última incrementa la gravedad de la enfermedad, pudiendo ocasionar la muerte si no es tratada oportuna y eficientemente.
Los síntomas que presenta el enfermo con tuberculosis son: tos con flema, falta de apetito, cansancio, pérdida de peso, fiebre por las tardes, que al ceder frecuentemente se presenta sudoración abundante, tanto que puede mojar la ropa personal o de cama; bajo condiciones graves el enfermo arroja sangre con las flemas.
Para determinar si una persona tiene tuberculosis se debe hacer el diagnóstico a través del estudio en flema llamado baciloscopia, esta es la forma más fácil y rápida de saber si se tiene la enfermedad, se debe analizar la primera flema de la mañana, tres días consecutivos.
Este estudio, informa el epidemiólogo, se realiza en cualquier unidad del Sector Salud y es totalmente gratuito. De resultar positivo el examen, se debe iniciar cuanto antes el tratamiento que tiene una duración de seis meses.
De acuerdo al especialista, bajo ninguna circunstancia el paciente debe abandonar el tratamiento, pues si no se trata de manera oportuna también pone en riesgo la salud de sus familiares, compañeros de trabajo, o cualquier persona con quien conviva de manera estrecha, ya que es posible el contagio de manera directa, por otro lado, pone en riesgo su vida, debido a que esta infección puede ocasionar problemas graves como insuficiencia respiratoria, diseminación de la infección hacia órganos vitales como el cerebro y finalmente la muerte.