México crecerá nuevamente el año entrante, por debajo del promedio de América Latina, estimó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). De acuerdo con el organismo, la economía crecería sólo 2.5% en 2008 y 2009.
Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la CEPAL, explicó que mientras las naciones del Sur de América se han visto beneficiadas por las alzas internacionales de materias básicas o primas y su venta a naciones emergentes en crecimiento como China e India, México se ha visto favorecida pro los precios de los hidrocarburos.
“Para México, lo positivo de la actual situación internacional adversa es el alto precio del petróleo”, indicó.
Afortunadamente, para el país, que recibe ingresos petroleros representan cerca del 35% de los ingresos públicos, aunque el precio de las materias primas parece comenzar a estabilizarse lo hará en una media más elevada.
Así, el organismo prevé que el precio internacional del petróleo de referencia, que actualmente cotiza en 114 dólares por barril promedio los 122 dólares por barril durante este año y el entrante.
Sin embargo, falta inversión; debería destinarse recursos que entran por esto a la propia Pemex, añadió Bárcenas.
En este sentido, exhortó a realizar un pacto para que las entradas provenientes de petróleo se inviertan en Petróleos Mexicanos, asimismo llamó a revisar la carga fiscal aplicada a la paraestatal.
Otra de los aspectos positivos es la baja inflación que México tiene respecto a otras naciones de América Latina, aunque ello se debe en gran medida al escaso crecimiento económico que reporta el país.
"México tiene un gran problema de que no ha habido inversiones importantes como en el sector energético, además ha dado prioridad a la estabilidad macroeconómica, que ha ayudado que la inflación del país sea la más baja de la región; sin embargo, su política de finanzas públicas en equilibrio la ha llevado a tener un bajo crecimiento", señaló Bárcenas.
El crecimiento de la economía mexicana en 2008 dependerá del enfriamiento de la economía estadounidense, que significará una menor demanda de productos mexicanos y una reducción del envío de remesas.