Investigadores de Scotland Yard han determinado que la dirigente opositora pakistaní Benazir Bhutto falleció a consecuencia de la explosión de una bomba, no disparos, durante un atentado terrorista ocurrido el 27 de diciembre. Ello confirma la versión oficial sobre su muerte.
El patólogo Nathaniel Cary, de la Oficina del Interior de Gran Bretaña, fue citado en un informe al señalar que "la única causa factible" para la moral herida en la cabeza de la ex primera ministra era el impacto de la explosión ocurrida mientras se despedía de sus simpatizantes desde el quemacocos de su vehículo, luego de un acto proselitista.
"En mi opinión, Mohtarma Benazir Bhutto falleció a consecuencia de una grave herida en la cabeza, recibida como consecuencia de la explosión de la bomba y debido al impacto craneal en alguna parte del quemacocos del vehículo", dice Cary en el informe, dado a conocer hoy por el Alto Comisionado Británico en Islamabad.
El gobierno de Pakistán llegó a una conclusión similar poco después de la muerte de Bhutto. Su partido rechazó la aseveración, afirmando que fue muerta a tiros.
El presidente Pervez Musharraf invitó entonces a Scotland Yard a ayudar a establecer la causa de la muerte en respuesta a los señalamientos de los simpatizantes de Bhutto, en el sentido de que el gobierno estaría encubriendo las circunstancias de su muerte.
El Partido Popular de Pakistán, de Bhutto, que ha pedido una investigación independiente de las Naciones Unidas sobre el asesinato, rechazó las afirmaciones británicas.
"Ella falleció a consecuencia de una herida de bala", dijo Sherry Rahman, vocera del partido.
El informe de Scotland Yard, donde se resumen dos semanas y medio de investigaciones, encontró también que hubo un solo atacante: El sujeto que disparó a quemarropa contra Bhutto fue quien se inmoló al activar la bomba. Anteriormente, se pensaba que un atacante suicida actuó paralelamente.
