El alza de precios en el petróleo, como anticipan analistas, no será una buena noticia para México.
El hecho de que el gobierno mexicano subsidie el los combustibles protege a los consumidores de los actuales altos precios del aceite, pero de acuerdo a Rafael Amiel, director gerente de Servicios para América Latina de Global Insight, esta situación no será sostenible en el mediano plazo.
"México gastaría este año cerca de 12 mil millones de dólares sólo en el pago del subsidio a las gasolinas. A ello hay que sumarle el gasto por la importación de 323 mil barriles diarios de gasolina, que en un año sumarán otros 5 mil millones de dólares", expuso Amiel durante su participación en la 86va. Junta Automotriz que este despacho con sede en Washington organiza con la Universidad Anáhuac.
Este monto es superior a los ingresos de divisas por Turismo y prácticamente la mitad de las Remesas recibidas en 2007. Ayer y hoy diversos reportes de bancos, corredurías y calificadoras de deuda han emitido opiniones encontradas respecto al futuro en el precio por barril de petróleo, pero los que más impacto han tenido son los pronósticos que colocan entre 200 y 300 dólares por barril de aceite durante el próximo año.
"Cabe señalar que el actual equilibrio económico de México es financiado por el petróleo, pero no todo serán buenas noticias. Entre más caro esté el barril más tendrá que pagar el país por las importaciones de hidrocarburos y menos sostenible será en el tiempo", observó Amiel.
Cabe recordar que en suelo mexicano en los últimos 18 meses se disparó el consumo de gasolina por efecto de un mayor parque vehicular en circulación. En el país cada año se comercializan más de dos millones de unidades al año, de las que la mitad son unidades nuevas; le resto fueron unidades usadas, en su mayoría importadas desde Estados Unidos y con diez años de antigüedad.
Desde la emisión de un decreto en agosto de 2005 al cierre de mayo de este año, 3 millones de automotores fueron importados a México. Esta es una de las causas identificadas por la industria automotriz como el principal disparador en el consumo de gasolinas en el país