Las primeras apariciones de kaibiles en estados del norte de México y fronterizos con Estados Unidos, se registró en el año 2006. (Notimex)
Los 11 militares asesinados en esta entidad entre el 15 y 20 de octubre, fueron “cazados” por kaibiles, ex militares de élite guatemaltecos al servicio del cártel del Golfo y de su brazo armado, “Los Zetas”.
De esta manera, ex soldados de esa nación centroamericana dieron inicio en Nuevo León a la “operación cacería”, según una fuente de la Procuraduría de Justicia estatal.
Una funcionario allegado a las investigaciones, las cuales fueron turnadas este miércoles a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), aseguró a El UNIVERSAL que los ex kaibiles son un grupo delincuencial caracterizado por el salvajismo y saña con que lleva a cabo la ejecución de sus víctimas, y pocas veces utiliza armas de fuego.
De acuerdo a las primeras investigaciones, los kaibiles llevan meses rastreando a elementos federales, que incluye a militares, y buscando sus puntos débiles para cobrar venganza por los recientes decomisos de droga y dinero sucio.
De acuerdo a la Procuraduría General de la República, las primeras apariciones de kaibiles en estados del norte de México y fronterizos con Estados Unidos, se registró en el año 2006, considerado uno de los más violentos; Nuevo León, fue un ejemplo.
Vestían de civil
Los expedientes abiertos por la Procuraduría General de Justicia en la entidad, hacen constar que los militares asesinados fueron sorprendidos cuando estaban en su día de descanso y por no portar sus armas, como iban vestidos de civiles, eran totalmente vulnerables.
Cada militar fallecido tenía entre 18 y 25 años de edad, presentaba entre 15 y 35 puñaladas propiciadas por un arma blanca que pudo haber sido una navaja, cuchillo o algún objeto similar punzo cortante.
Además de golpes en rostro y cuerpo, una herida en el cuello de entre 10 y 20 centímetros y no traían zapatos o bien les faltaba alguna prenda de su vestimenta.
Los militares victimados también guardaban una relación aparente en su procedencia y el escuadrón al que estaban asignados, ya que de acuerdo a información proporcionada a este medio por las autoridades investigadoras, los 11 pertenecían al 16, 22 u otros batallones foráneos de infantería y sólo uno de ellos era originario de Monterrey; los demás procedían de San Luis Potosí, Veracruz, Oaxaca o del Estado de México.
La fuente estatal que proporcionó estos datos aseguró que la Secretaría de la defensa Nacional (Sedena) mantiene con hermetismo el proceder y ubicación de sus soldados, por lo que aún la Procuraduría de Justicia estatal tiene estas ambigüedades en los expedientes.
Asesinatos, paso a paso
El primero de estos hechos violentos, según consta en expediente, se registró el pasado 15 de octubre en el table dance Givenchy's, ubicado en el centro de Monterrey, donde fallecieron Eder Díaz, Roberto Hernández Santiago y David Hernandez Martínez.
Según las pruebas periciales, los elementos castrenses fueron metidos intencionalmente a este bar por sujetos no identificados, en el interior fueron torturados, golpeados, acuchillados entre 20 y 30 ocasiones y degollados.
El segundo hecho se presentó el 18 de octubre, cuando fueron localizados 4 cuerpos en diferentes puntos de la región. Las autoridades ignoran en donde fueron ejecutados los uniformados castrenses, ya que en las respectivas escenas del crimen solo estaban los cadáveres.
En la madrugada de ese día, Gerardo Santiago Santiago apareció asesinado afuera del bar Los Generales, en el municipio rural de Juárez. Ya por la mañana, David Hernández Aquino y Juan José Pérez Bautista fueron hallados muertos en la colonia Country la Silla, lugar donde 48 horas antes se llevo a cabo el decomiso de 9 toneladas de Marihuana y armamento.
Finalmente. después de medio día, Eligio Hernández Hernández fue hallado muerto sobre la avenida principal Morones Prieto, en el primer cuadro de Monterrey.
Al día siguiente, el 19 de octubre, a unas cuadras del hallazgo anterior en una brecha del cerro de la Loma Larga a espaldas de la colonia Pix X, apareció Oscar Jiménez Ruiz.
El lunes 20 de octubre, en la madrugada, reportan el hallazgo de los cuerpos sin vida de Anastasio Hernández Sánchez, Claudio Abad Hernández y Héctor Melchor Hernández, en un lote baldío ubicado en el entronque que lleva a Las Margaritas, a unos 100 metros del cruce con la Carretera Nacional, a la altura del kilómetro 238, en los límites de los municipios rurales de Santiago con Allende.
Reclamados por familiares/b>
Autoridades del Servicio Médico Forense, reportaron que los cadáveres de estos elementos fueron reclamados por sus familiares y serán trasladados hasta su estado de origen para ser sepultados.
Hasta el momento, la zona militar local ha rehusado dar su versión de los hechos, su opinión de porque están ocurriendo estos asesinatos o si se organizará una guardia de honor por los militares caídos.
Continuará la cacería
El secretario estatal de Seguridad Publica, Aldo Fasci Zuazua fue consultado sobre el tema y dijo que estaba obligado a guardar silencio “por lo delicado de las investigaciones”; sin embargo, dijo que la matanza de militares va a continuar.
“Tenemos información nacional que está circulando que habrá más ataques como éstos al Ejército”.
Incluso, abundó, también “tenemos información de que habrá presión contra los medios de comunicación para que publiquen ciertas notas y dejen de publicar otras”.
