El escenario de la victoria para Barack Obama ya tiene una fecha en el calendario. Según los cálculos de sus estrategas de campaña, será el 20 de mayo, cuando los electores de Oregon y Kentucky hayan emitido su voto y el escrutinio le asegure la nominación presidencial con la mayoría del voto popular y los delegados y superdelegados bajo el brazo.
“En mayo 20 vamos a cantar victoria”, han adelantado a varios medios los estrategas de campaña de Obama, mientras se enfrascaban en una intensa ronda de consultas con el grupo de aproximadamente 260 delegados que aún no han hecho público su respaldo. “Para esa fecha, vamos a tener la mayoría de los delegados y los superdelegados”, han adelantado en referencia a la mágica cifra de dos mil 25 que necesita su candidato para hacerse con la nominación, mientras Obama circulaba hoy por los pasillos del capitolio para cortejar al grupo de los superdelegados que le permitirán conseguir la definitiva unción.
La inevitabilidad de Obama, como el más viable candidato demócrata a la presidencia, se asomaba hoy en la portada de la revista Time, que ya lo presenta como el ganador de la contienda, mientras los editoriales de algunos de los más importantes diarios del país como Los Angeles Times, The Dallas Morning News y The Washington Post y la revista The Economist, hablaban de la inevitable derrota de Hillary Clinton.
“Es el momento de salir de manera elegante y soltar el considerable lastre de los Clinton en beneficio del partido", consideró The Economist, al sumarse al coro que señala que Obama es el ganador de una histórica contienda y que Clinton le debe al partido y al electorado una generosa retirada.
Sin embargo, Hillary Clinton no sólo ha ignorado los llamados a abandonar la contienda sino que hoy mismo insistía en su derecho a mantenerse en ella hasta junio, mientras proseguía con actos de campaña en Virginia Occidental y Dakota del Sur.
"Muchos de ustedes han resistido conmigo. Han estado a mi lado en las subidas y en las bajadas, y en los momentos más difíciles", dijo Clinton ante un grupo de simpatizantes en la ciudad de Charleston. "Y a ustedes les digo que no abandonaré hasta que concluya el proceso y sea contado el último de los votos", insistió.
La posición de Clinton era matizada por su director de campaña, Terry McAuliffe. “Esto acabará a principios de junio. Todos hemos dicho que al final estaremos unidos. Si Hillary no gana, el ex presidente (Bill Clinton), yo mismo, ayudaremos todos al senador Obama. Y al revés, el senador vendrá a ayudar a Hillary si ella es la candidata", aseguró para sugerir por primera vez la posibilidad del retiro.
Sin embargo, antes que eso ocurra, la campaña de Clinton ha advertido que luchará para disputar hasta el último de los estados, mientras juega su última carta impulsando el restablecimiento de los votos y delegados de Michigan y Florida que fueron extirpados del proceso por no respetar el calendario.