El premio Nobel de Economía 2003, Robert Engle, estimó que la recesión mundial tendrá una duración en México de aproximadamente dos años, pues ese será el tiempo que a Estados Unidos le llevará salir de su propio atolladero, impulsando a la economía mexicana en su salida.
Recordó que nuestro país tuvo también un par de años con un buen precio del petróleo, pero ahora, con la caída en el valor de la mezcla “le está doliendo a la economía mexicana”, expresó.
Entrevistado en la Academia de Ciencias de esta ciudad, donde esta institución celebró su reunión anual, el premio nobel recordó que, de hecho, todos los países del orbe tuvieron también sus dos años de buen crecimiento económico “pero ahora vamos a sufrir juntos, pues somos una economía global y lo que afecta a unos nos afecta a todos”.
Se le preguntó cual es la mejor fórmula que debe seguir nuestro país para hacer más llevadera la crisis. Respondió que el gobierno mexicano debe invertir en la gente y en los negocios pequeños.
Las pasadas elecciones en Estados Unidos también fueron un referente en la opinión de Engle sobre el futuro de la economía en México y en el mundo; sin embargo, dejó muy en claro que no se debe esperar un milagro de parte del presidente electo de esa nación, Barack Obama, pues tiene un escenario muy complicado.
“Todos esperamos que Obama sea un presidente con mucho éxito, pero tiene grandes problemas que enfrentar, no debemos esperar milagros”, consideró.
Confió en que el senador por Illinois incorporará muchas buenas políticas que ayudarán a reactivar la economía estadounidense, además de que mejorará la relación con México y con el resto del mundo.
“Creo que el mundo será un lugar mejor cuando el señor Obama termine su mandato”, agregó el académico, pero reiteró: “No hay que esperar milagros”.
Uno de los principales obstáculos que enfrentará el presidente electo, dijo Engle, será sacar de la bancarrota al sector automotriz y a los bancos. “Espero que Obama resuelva los problemas de los créditos hipotecarios”, agregó.
Robert Engle coincidió en la reunión de la Academia de Ciencias con Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal y, en ese marco, el premio nobel confió en que la ciudad de México pueda tener éxito en sus inversiones y en los proyectos de gobierno con los que se busca atemperar los efectos de la crisis a nivel ciudad de México.