Los socorristas de la Cruz Roja enfrentan varios problemas para atender emergencias en Torreón, entre ellos la inseguridad en varias colonias.
Por lo menos en 4 barrios de Torreón ambulancias son escoltadas por policías debido a la inseguridad.
En por lo menos tres colonias y un ejido de Torreón, las ambulancias de la Cruz Roja deben acudir escoltadas de patrullas, pues tanto los socorristas como las unidades son víctimas de agresiones por parte de las pandillas de esos sectores.
Alberto Pasillas Orona, coordinador local de socorristas de la Cruz Roja de Torreón, no dijo el nombre de las colonias para evitar más agresiones, pero lamentó que el personal de la institución no tenga acceso a estos lugares para salvar vidas.
“Ya han agredido no sólo a las unidades sino a los socorristas. Hay algunas colonias que están vetadas, es decir, sí atendemos los llamados de emergencia pero primero le hablamos a la Policía Preventiva para que nos acompañe”.
Eso, dijo, implica que los socorristas pierdan tiempo esperando que una patrulla los escolte, “pero no queda de otra porque nosotros tenemos la obligación de cuidar la integridad física de los paramédicos. El daño a las ambulancias no es tan importante pero también afecta porque luego las tenemos que mandar reparar”.
Dar atención médica en colonias y ejidos conflictivos de Torreón, representa un riesgo para los socorristas, aseguró Alberto Pasillas Orona, quien exhortó a los habitantes -sobre todo a las pandillas de esos lugares- a respetar el trabajo de la Cruz Roja.
Por otra parte, Pasillas Orona comentó que en esta temporada el consumo inmoderado de alcohol provoca un aumento en el número de accidentes automovilísticos, “no entienden que no hay que combinar las bebidas embriagantes con el volante; los percances generalmente ocurren entre las tres y cinco de la madrugada, ojalá la gente evite transitar por las calles de la ciudad a estas horas”.
En el oriente de la ciudad aumenta el número de personas atropelladas “algo que también es muy común en esta temporada es la atención médica a gente con crisis nerviosas. Es que nos hemos dado cuenta que tienen familiares que hace años no ven y cuando se reúnen con ellos sacan viejos rencores que terminan en pleitos”.
Alberto Pasillas exhortó a los conductores a respetar una sirena o una torreta encendida, “esto puede significar que una persona muera o viva, y desgraciadamente los automovilistas ni siquiera nos abren paso. Otro problema que enfrentamos es la aglomeración de curiosos en el lugar del accidente, es importante que la gente entienda que los socorristas necesitan de espacio para atender y hacer una evaluación de los heridos; lo único que pretendemos con todas estas recomendaciones es acortar el tiempo de respuesta a una emergencia”.
