Durango

Agro, condenado al fracaso

El campo presenta un gran rezago ante la falta de infraestructura, créditos con tasa de interés bajas, investigación y la desorganización de campesinos.

El campo presenta un gran rezago ante la falta de infraestructura, créditos con tasa de interés bajas, investigación y la desorganización de campesinos.

La política económica del campo carece de apoyos de fondo financiero, infraestructura e investigación, así como falta de organización campesina.

Guadalupe Victoria, Dgo.- La política económica de Felipe Calderón está condena al fracaso en el sector primario, pues los ejes del plan alimentario no representan acciones de fondo para motivar a los productores a elevar la productividad del campo.

La eliminación de aranceles a la importación de trigo, arroz, maíz, forrajes, frijol y leche, la dispersión de créditos para compra de fertilizantes y la ayuda asistencial a las familias más pobres a través del programa Oportunidades son insuficientes para detonar el potencial productivo y lograr la autosuficiencia alimentaria, aseguró Roberto Delgado Gallegos, consultor de mercados agrícolas del Banco de Comercio Exterior.

Desventaja.

Para lograr detonar el potencial del campo, es necesario dar un respaldo financiero con bajas tasas de interés, pues no se puede ser competitivo cuando en México los campesinos obtienen créditos al 14 por ciento, mientras en Estados Unidos al 4 por ciento. Hay una disparidad enorme, destacó.

Añadió que falta infraestructura para obtener mejores índices de productividad y acabar con el desabasto de los alimentos, pues de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México importa el 72 por ciento del arroz, 58 por ciento del trigo, 39 por ciento del sorgo, 23 por ciento del maíz y 9 por ciento del frijol.

Lo anterior es el reflejo del desequilibrio en la balanza agroalimentaria del país, por cuyos conceptos ya mencionados erogó el año pasado cinco mil millones de dólares, cantidad que podrá elevarse con las políticas económicas erróneas del Gobierno Federal, señala Delgado Gallegos.

Falta investigación.

Otra de las acciones necesarias para abatir la crisis alimentaria que se vive es la investigación, a lo cual no le apuesta Felipe Calderón, el presidente, al menos en el presente año en que se redujo el presupuesto en dicho renglón, condenando al país a vivir en el rezago cada vez mayor, frente a los socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y otros países como China, India y Brasil, abundó.

“Debemos reconocer que la crisis alimentaria va más allá de la dimensión humanitaria tradicional y afecta a todos los países, incluidos los desarrollados –acotó Delgado Gallegos-. La producción mundial de alimentos necesita crecer en un 50 por ciento para el 2030 con el objetivo de cubrir la actual demanda, pues existen 850 millones de personas hambrientas, cifra que puede crecer en 100 millones en los próximos años, según datos del banco Mundial”.

Programa insuficiente.

Subrayó que la política de abatir la pobreza extrema con el programa Oportunidades es insuficiente, pues el apoyo llega a un millón de mexicanos, cuando la cruda realidad es que hay 30 millones de personas que reciben menos de tres salarios, es decir 120 pesos, y otros menos, lo cual deja de manifiesto el atraso socioeconómico del país.

Por otro lado, en México hay 30 millones de hectáreas laborables, de las cuales se cultivan 23 millones; las siete millones restantes permanecen ociosas, es preciso activarlas mediante apoyos de fondo para dejar de depender del extranjero en abasto de alimentos, resaltó.

Frenar emigración.

Delgado Gallegos expuso: “Más que medidas paliativas como las anunciadas por el Gobierno Federal para enfrentar el problema agroalimentario, lo más importante para elevar la producción de granos es liberar el enorme potencial productivo atrapado por la falta de infraestructura, de servicios financieros, de esquemas comerciales esenciales y el bajo nivel de organización campesina”.

Es necesario motivar a los jóvenes campesinos a arraigarse en su tierra, frenar el alto índice de emigración al extranjero y hacer producir más la tierra, sin cerrar las puertas al apoyo financiero con tasas de interés accesibles y a la investigación, a fin de elevar los rendimientos y la calidad.

Etanol, un generador de pobreza

Roberto Delgado Gallegos, consultor de mercados agrícolas del Banco de Comercio Exterior, disertó conferencias en Celaya, Guanajuato, dentro del Congreso Internacional del Frijol y la más reciente en la ciudad de México, ante la Asociación Nacional de Organizaciones de Productores, con temas como La crisis alimentaria mundial y sus causas.

El conferencista detalló algunas causas de la crisis alimentaria como la producción de etanol extraído del maíz, lo cual motivó a muchos campesinos al cultivo de este grano, de cuya cosecha el 80 por ciento lo dedica Estados Unidos a la elaboración del combustible.

Dicha acción generó que se dejara de producir otros alimentos, tras volverse más atractivo el costo del maíz para los campesinos, lo que también genera el alza de precios al consumidor y con ello se agudiza la crisis alimentaria en la mayoría de los hogares, añadió Delgado Gallegos, en entrevista con El Siglo de Durango.

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