La diarrea es considerada un problema de salud pública y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2006 indica que su prevalencia en niños menores de cinco años es de 12.9 por ciento.
Basta un descuido para ser víctimas de algún problema gastrointestinal, cosas como comer en la calle o beber agua sin hervir, no lavarse las manos antes de alimentarse o ingerir productos en mal estado, son detonantes de males como diarrea y vómito.
El estilo de vida actual, el cual lleva a la gente a no dedicar el tiempo suficiente a su alimentación, escenario en el que los niños que están expuestos a todo tipo de golosinas y alimentos chatarra, provocan que el problema de la diarrea siga latente en la población, afirman especialistas.
Principio del fin
La diarrea es considerada un problema de salud pública y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2006 indica que su prevalencia en niños menores de cinco años es de 12.9 %.
Es un mal que debe tratarse de manera inmediata y adecuada, pues la deshidratación y la pérdida de electrolitos que causa cuando es intensa, puede desencadenar un colapso cardiovascular, una complicación grave que llega a ser mortal, sobre todo en niños pequeños, lactantes y en los ancianos, advierten María del Carmen Gorbea Robles, vicepresidenta de la Sociedad Mexicana de Pediatría y Rosa Martha Osorio, gastroenteróloga del Hospital General.
Es una amenaza en cualquier momento, pero en días de lluvia y calor es peor. Las expertas nos cuentan que parece muy común y sencillo tratar ése mal, pero es muy delicado, pues cuando no se atiende de la manera correcta llega la deshidratación, con consecuencias muy serias.
Qué es una diarrea: Se caracteriza por el número de veces que una persona (niño o adulto) evacua.
Las heces pueden ser blandas, líquida o semi-líquida. Puede que el niño presente fiebre o vómitos.
Es más frecuente en los pequeños y la mayoría de las ocasiones es originada por virus, aunque existen otras causas como infecciones, sensibilidad a los alimentos, antibióticos y el consumo excesivo de frutas o jugo de éstas.
El riesgo aumenta al comer en la calle y en sitios que no cuentan con las medidas higiénicas necesarias. Lo que come o bebe un niño puede empeorar la diarrea.
Acción de emergencia
Algunos tipos de diarrea pueden aliviarse con cambios en la dieta. Pero lo primero que hay que hacer cuando un miembro de la familia la sufre es evitar la deshidratación. Tanto en niños como en adultos, no se debe dejar de alimentarlos.
En el caso de los pequeños, aunque los consejos de la abuela indican que hay que darle agua de arroz, lo mejor es el suero hecho en casa: por cada litro de agua hervida, agregar 8 cucharadas de azúcar y una cucharadita de sal. La mayoría de los niños pueden reponer los nutrientes que pierden por la diarrea si aumentan la cantidad de comida ingerida.
Cuando es persistente, lo mejor es acudir con el médico para que realice un diagnóstico preciso sobre su causa y eliminarla.
En algunos casos será necesario el tratamiento con productos antidiarreicos como Kaomycin, que ayuda de manera rápida contra este padecimiento al promover una acción absorbente que promueve la expulsión de toxinas.
