América retomó fuerzas y se recuperó de una desventaja tempranera para vencer 3-1 a Universidad de San Martín, que hizo bien las cosas durante 40 minutos, en duelo disputado en el Estadio Azteca de esta Capital.
En partido del Grupo Cinco de la Copa Libertadores, los tantos del equipo mexicano fueron obra de Daniel Márquez en el minuto 40, Rodrigo Íñigo (47) y del paraguayo Salvador Cabañas, al 71. Por la escuadra “inca”, Roberto Silva había adelantado apenas a los siete minutos.
Con esta victoria, Águilas tomó el liderato de su sector en el certamen continental de clubes al totalizar seis puntos y superar por mayor número de goles a favor al River Plate de Argentina. Mientras que el equipo peruano se quedó con tres unidades empatado al fondo del pelotón con la Universidad Católica de Chile.
América se levantó de un arranque muy flojo para superar a un cuadro peruano que mostró orden y valentía 40 minutos, pero después se perdió en el campo y dejó vivir a un cuadro que pareció agonizar por momentos.
Mal comenzó la noche para el equipo americanista porque tras un aviso con tiro al travesaño a cargo del paraguayo Roberto Ovelar, en el siete, Roberto Silva, afrontó la floja marca de Rodrigo Íñigo para rematar a contrapié casi en el área de meta y marcar el gol que había soñado desde la víspera en el Coloso de Santa Úrsula.
Los cerca de 30 mil aficionados que aprovecharon la promoción de boletos a 25 pesos veían con tristeza el arranque de una noche gris y que el mal momento de la liga se alargaba a la Copa Libertadores.
Y es que con un conjunto peruano que se tiró a defender de medio campo hacia atrás desde que tomó la delantera, Águilas batalló de más para superar el doble muro defensivo por la falta de entendimiento de un equipo que no había estado junto antes.
Muestra de ello fue que hasta el minuto 29 vino el primer disparo franco a la portería del arquero y capitán Leao Butrón, mismo que corrió a cargo del defensa Rodrigo Íñigo, quien buscó hasta conseguirlo sacarse la espina de su error en el gol del visitante.
Aunque todo el partido jugó con sus dos carrileros en busca de sacar su servicio y abrir la cancha, el cuadro de casa batalló de más y fue en una acción aislada cuando logró igualar el partido ya cuando iba a concluir la primera mitad.
En uno de sus intentos, José de Jesús Mosqueda mandó un servicio al área y casi sin ángulo a segundo poste remató Daniel Márquez, quien suplió de inicio al paraguayo Salvador Cabañas, mandó el esférico al fondo y esa anotación revivió no sólo al equipo sino a su afición, que empezó entonces a animarlos con cánticos y porras.
Al arranque del complemento vino el gol decisivo del partido, marcado por Rodrigo Íñigo, quien contrarremató en una acción donde el arquero Butrón había tapado sobre la línea dos remates en un servicio a balón parado.
Con el argentino Norberto Scoponi en la zona técnica encargado de las indicaciones, ya que el estratega Rubén Omar Romano cumplía un castigo por su expulsión ante River Plate, el equipo americanista comenzó a llenarse de ánimo y empezó a “bailar” a los visitantes, quienes se desfondaron y dieron muchos espacios en su afán de reaccionar.
Salvador Cabañas, quien era guardado en la banca para el partido del próximo domingo ante Cruz Azul, ingresó finalmente a este juego en el minuto 68 y 180 segundos más tarde colocó el 3-1, tras una gran acción del joven Daniel Márquez, quien desbordó por costado derecho y puso diagonal retrasada para el guaraní, quien venció a Butrón con zurdazo al ángulo.
Y con esta anotación los americanistas empezaron a desplegar un futbol vertiginoso, donde en ocasiones atacó hasta con más de seis jugadores y de no ser por la falta de decisión de Rodrigo López en una de ellas, por la pierna de un zaguero en otra y un manotazo salvador de Butrón, estas dos últimas en remate de Cabañas el marcador pudo ser más amplio.
Al final, los jugadores americanistas salieron vitoreados por su afición, que emocionada por los goles y el mejor funcionamiento ante un flojo rival se alegraron hasta para hacer la ola en las gradas.
