Ahogado. Acabó en lo profundo del río Nazas

Una troca terminó en el fondo del río Na­zas. La persona que conducía la troca no logró salir del vehículo y murió ahogada.

Perdió el control

Los hechos se registraron el sábado alrededor de las 2:00 de la madrugada sobre la carretera Paso Nacional Lázaro Cárdenas, en el municipio de Nazas, Du­rango. Según las autoridades, una llamada a Emergencias 066 avisó so­bre el accidente de una ca­mioneta la cual había caído al río Nazas. Según la llamada, una troca se encontraba en lo profundo del agua fría. Al lugar acudió personal de rescate y preventivos de la Po­licía, los cuales ayudaron a encontrar a la persona que se encontraba sin vida dentro del vehículo.

Al lugar del accidente se presentó José Ramón Ra­mos Díaz, síndico del municipio de Nazas, Duran­go. Ramos dio fe de lo ocu­rrido en el lugar y dio la orden de continuar con las labores de ayuda y res­cate del cuerpo, las cuales se extendieron por algunas horas.

Cayó al vacío

Las autoridades en el lugar dieron a conocer que había caído al agua una camioneta GMC color rojo, modelo 98, con placas del Sur de California. El agen­te del Ministerio Pú­bli­co de Nazas, Durango, Elizabeth Rodríguez Cer­da, manifestó que el vehículo era conducido por Aron Rodríguez Ruiz, quien tenía 24 años y vivía en el ejido Rancho Gran­de, de Nazas. Rodrí­guez Cerda manifestó que según las primeras investigaciones, la troca cayó de una altura de entre los 5 y los 8 metros de alto.

A pasear al occiso

El cuerpo fue llevado a la Dirección de Seguridad Pú­blica de Nazas, donde permaneció algunas horas, posteriormente fue trasladado al anfiteatro de la Sub­procu­raduría en La Laguna de Durango, donde se le prac­ticó la necropsia de ley, la cual arrojó que Aron Rodrí­guez había fallecido de asfixia por sumersión den­tro del río Nazas. Los médicos legistas de la Sub­procuraduría manifes­taron que se llevarían a cabo exámenes para saber si el occiso conducía en estado de ebriedad. El cuer­po de Aron Rodrí­guez arribó al anfiteatro a bordo de una patrulla de Seguridad Pública de Na­zas, Durango, debido a que no cuentan con unidades especiales para trans­portar los cuerpos. Una pequeña sábana cubría el cuerpo del occiso.