Alarma a EU tráfico de armas a México
Advierten sobre carrera armamentista entre los cárteles de la droga.
Washington debe aplicar una “estrategia exhaustiva” para frenar el tráfico de armas hacia México, que incluya el control efectivo de venta y cierre de corredores para tránsito de armamento desde Estados Unidos y el establecimiento de un plan específico que impida el ingreso a territorio mexicano de rifles de asalto, granadas y lanzagranadas, señala un reporte del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de aquel país, en el que se expresa la preocupación por el “empeoramiento” del fenómeno.
El informe señala que pese a las promesas del Departamento de Estado para frenar el contrabando de armamento hacia México, éste no sólo no se ha resuelto, ha empeorado y genera una carrera armamentista entre los cárteles de la droga que siembran la violencia y desafían a las autoridades policiacas y militares.
Este tráfico de armas desde Estados Unidos, añade el reporte, no ha permitido que los militares mexicanos dejen de participar en labores policiales, pues su actuación es necesaria para enfrentar a narcotraficantes armados con rifles de asalto y lanzagranadas, cuya capacidad de fuego es superior a la de cuerpos de Policía.
De acuerdo con un reporte entregado por el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Richard Lugar, a los integrantes del órgano, el Departamento de Estado “debe” cooperar con el Gobierno de México para detener el flujo de armamento de Estados Unidos.
El reporte La Iniciativa Mérida: Armas, Drogas y Amigos fue elaborado por Carl Meacham, principal asesor para América Latina del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que por instrucciones de Lugar viajó a México para valorar la aplicación de fondos requeridos por el Ejecutivo estadounidense para la Iniciativa Mérida, estrategia conjunta con México que busca canalizar al Gobierno mexicano mil 500 millones de dólares en cooperación para la lucha antidrogas en los próximos tres años.
La Iniciativa es una de esas “extrañas oportunidades para construir una base de cooperación sostenida con México en la lucha contra las drogas. Dejarla pasar representaría un error garrafal con un impacto negativo en la relación bilateral y en los intereses de Estados Unidos en la región”, señala el reporte.
En la presentación del documento, el senador Lugar afirma: “La Iniciativa Mérida es un intento para aprovechar la oportunidad creada por la campaña anticrimen emprendida por México y puede encontrar programas clave y construir una cooperación más sólida con Estados Unidos”.
El documento fue redactado a partir de una visita de Meacham a México en noviembre pasado, donde se entrevistó con funcionarios, legisladores, analistas y activistas de derechos humanos.
Entre los funcionarios entrevistados por Meacham se encuentran Sigrid Artz, consejera del presidente Felipe Calderón en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico; Marcela Celorio y Juan Carlos Foncerrada, del Cisen; José Luis Santiago Vasconcelos, subprocurador de la República; Cecilia Romero, comisionada del Instituto Nacional de Migración; Carlos Rico, subsecretario de Relaciones Exteriores y “altos oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional”.
También fue consultado el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza.
El documento enfatiza la necesidad de detener el tráfico de armas a México y hace cuatro recomendaciones al Departamento de Estado.
“En cooperación con el Gobierno de México, el Departamento de Estado norteamericano debe definir una estrategia exhaustiva enfocada a frenar el tráfico de armas a México, la cual debe enfatizar en la elaboración de iniciativas preventivas, controles efectivos en la venta de armamento, en especial a las ferias de armas (gun-shows), especialmente a lo largo de la frontera.
Su segunda recomendación llama a “mejorar el intercambio de Inteligencia efectiva y oportunamente en las zonas de mayor operación de organizaciones que trafican armas y que tienen nexos con organizaciones criminales de México y Centroamérica”.
En tercer lugar, plantea: “Que el Departamento de Seguridad Interna colabore con la Oficina de Alcohol Tabaco y Armas de Fuego (ATF) para trabajar conjuntamente con otras agencias encargadas de la aplicación de la Ley, como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en operaciones para prohibir el cruce de armas en las fronteras y diseñar nuevos programas para intercambiar capacidades con las autoridades mexicanas correspondientes.
“Asimismo, cerrar corredores de tráfico, expandir actos legales y cooperación de Inteligencia en tiempo real e intensificar seguimiento a prohibiciones, persecuciones y arrestos de quienes trafiquen armas en la frontera”.
La cuarta insta a “establecer un programa específico para eliminar el tráfico a México de armamento de alto poder como rifles de asalto, granadas y lanzagranadas.
“A pesar de las aseveraciones realizadas por oficiales del Departamento de Estado de que se hará más para construir acuerdos para detener el tráfico de armamento en la frontera sur, el problema se está empeorando”, detalla el reporte.
“Las armas estadounidenses pasan a México todos los días por los puertos fronterizos. De acuerdo con un oficial del Gobierno mexicano, cerca de 2 mil armas entran al día y aceleran la carrera armamentista entre los cárteles de la droga. El Gobierno mexicano sospecha que oficiales de aduanas corruptos (en ambos lados de la frontera) ayudan al tráfico de armas hacia México. Alejando estas armas del crimen organizado, se podría ayudar a las agencias mexicanas encargadas de aplicar la Ley a luchar contra los traficantes de la droga”, añade.
“De acuerdo con un alto oficial de la Sedena -dice el reporte-, los militares ya no quieren estar involucrados en tareas policiales, pero no tienen otra opción”.