Analizan obispos además la creciente escasez de sacerdotes en el mundo.
Un multitudinario éxodo de fieles de la Iglesia hacia las sectas y una alarmante escasez de sacerdotes son los temas más delicados que obispos del mundo expusieron ayer en una cumbre en El Vaticano.
El Sínodo de los Obispos, que inició en Roma el pasado 5 de octubre y contará con la participación de 253 pastores de los cinco continentes, analizó ayer en su cuarta jornada el rol en la modernidad de la palabra de Dios.
Durante el Sínodo, que se prolongará hasta el día 26, todos los participantes tendrán la oportunidad de exponer sus posiciones, mismas que serán recogidas como base para un futuro documento del Papa Benedicto XVI.
Durante su relación, el cardenal de Tanzania, Polycarp Pengo, reveló que en África se está viviendo un “fenómeno aterrador” entre los feligreses católicos: una sangría hacia las llamadas sectas pentecostales.
Esto se da por la lejanía de los especialistas sobre la Biblia de la gente normal al grado que los estudios presentan los textos sagrados en forma de complicados análisis científicos e ignoran por completo su valor sobrenatural, sostuvo.
El problema, estableció, es que los fieles serios tampoco encuentran una respuesta adecuada en las sectas, pero antes de regresar al seno de la Iglesia caen en una confusión espiritual.
Por otra parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil, Geraldo Lyrio Rocha, reveló cifras alarmantes sobre la escasez de sacerdotes en su país, donde el 70 por ciento de las comunidades católicos no tiene misa cada semana.
Ante esta circunstancia indicó como fundamentales las llamadas “asambleas dominicales en espera de sacerdotes” las cuales llevan a cabo la liturgia de la palabra, una lectura bíblica con oraciones que intenta suplir la misa.
Proponen abrir ministerios religiosos a mujeres
Un alto prelado propuso al Vaticano, durante las discusiones del Sínodo de los Obispos, analizar la posibilidad de abrir a las mujeres ministerios religiosos hasta ahora exclusivos para los hombres.
La propuesta es para los grados de “lectorado” (responsable de una correcta lectura de la Biblia) y “acolitado” (quien auxilia al sacerdote en la misa), investiduras que en la actualidad son impuestas de manera formal sólo a los seminaristas.
Fuentes de la Sede Apostólica confirmaron que durante los trabajos a puerta cerrada de la cumbre episcopal, uno de los 253 eclesiásticos participantes pidió al Vaticano considerar esta alternativa.
Recordó que el extinto Papa Juan Pablo II en el pasado había instituido una comisión especial para estudiar la viabilidad de conferir esos ministerios a simples fieles con una adecuada preparación.
En su propuesta el obispo, de quien no se reveló su identidad por el secreto obligatorio del Sínodo, consideró pertinente debatir si es posible preparar a las mujeres en esas labores litúrgicas.
En la actualidad la Iglesia Católica acepta que las mujeres participen en las lecturas de la misa dominical y que auxilien durante la misa como “monaguillos”, actividades para las cuales no reciben ordenaciones especiales.
