Desde que inició la actual Administración se han denunciado anomalías y falta de interés por mejorar la seguridad pública en este municipio.
El Siglo de Durango
SÚCHIL, DGO.- Sin arma, con un salario de tres mil pesos al mes, recorre el pueblo de Súchil a pie para vigilar; su pistola la mandaron a reparar y ya la regresaron; el Alcalde le prometió aumento de salario y no cumplió, en tanto que las patrullas están para lo se ofrezca en la Presidencia.
Héctor Abel Gallardo, elemento de Seguridad Pública de Súchil, ha decidido dejar el silencio, ante lo que él considera “un montón de irregularidades y arbitrariedades de las autoridades municipales”, según dijo.
En días pasados, el Cabildo se reunió y eligió nuevos mandos sin tomar en cuenta al resto del cuerpo policial, solamente a quienes decidieron elegir, en sustitución de quienes estaban anteriormente.
PREMIAN A LOS MALOS ELEMENTOS
Entre ellos se eligió a Ricardo Esquivel Torres, quien será un nuevo comandante, y a quien señala Gallardo de haber violado la ley en varias ocasiones por lo que incluso ha sido cambiado de grupo.
Entre otras cosas, ha sido señalado por despojar a los detenidos de sus pertenencias; en una ocasión fue reportado por el Jefe de Cuartel de la localidad de El Mortero por haber disparado su arma en estado de ebriedad.
“Los cambios que se están haciendo son para limpiar los errores que se han cometido desde que inició la actual Administración; sin embargo, algunos no tienen sentido, como el nombramiento de Esquivel”, aseguró el entrevistado.
FALSAS PROMESAS
Francisco Mora Hernández, desde que inició su Administración, hizo muchas promesas, como el aumento de sueldo que hasta el momento no se ha dado; los agentes no cuentan con seguro de vida, trabajan en turnos de 24 por 24 horas y en los recibos de pago sólo refiere un servicio de ocho horas.
Se sabe que el Estado aprobó un incremento al salario de los policías de un 30 por ciento, mientras que por otra parte Francisco Mora se había comprometido a aumentarles de mil 500 pesos, que todavía ganan, a dos mil pesos por quincena.
No hay examen antidoping desde hace seis meses y el agente Héctor Abel Gallardo no tiene arma desde hace 60 días porque la mandaron a arreglar a Durango y ya se les olvidó.
OLVIDAN LA SEGURIDAD
La gasolina presupuestada para Seguridad Pública se emplea en otras áreas; de las únicas tres patrullas que hay solamente les permiten a los policías usar una para hacer recorridos.
Una la utilizan para Desarrollo Rural y lo que se ofrezca en la Presidencia; otra es empleada para trasladarse a hacer rehabilitaciones de los servicios, como el alumbrado público; mientras tanto, los policías tienen que hacer sus recorridos de vigilancia a pie.
El quejoso sabe que esta denuncia le puede costar su trabajo, como sucede con quienes se atreven a señalar las anomalías de las autoridades; sin embargo, apela a una solución y que se tomen cartas en el asunto de parte de las instancias correspondientes.
El denunciante señala que no es el único molesto con el trato que se da a los encargados de cuidar el orden y prevenir el delito, pues la inconformidad es de casi todos los compañeros; no obstante, Gallardo dijo preferir ya no callar su molestia.
En detalle
Situación en la que se desempeña un policía de Súchil.
-Viven con tres mil pesos al mes.
-Algunos no tienen armas.
-De las tres patrullas que tienen, sólo pueden usar una.
-Tienen que vigilar a pie.
-Se premia a los malos elementos.
-No cuentan con seguro de vida.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.