Los coordinadores parlamentarios del Senado y la Cámara de Diputados han llegado a un primer acuerdo para la realización de la ceremonia de apertura de sesiones del Congreso de la Unión, el 1 de septiembre.
Ese día, lo primero que se hará, por parte de las mesas directivas de las dos cámaras, será recibir el informe por escrito del presidente Felipe Calderón, dijo Manlio Fabio Beltrones.
Correspondería al Ejecutivo decidir a quién manda para que entregue su documento en el recinto legislativo de San Lázaro.
Después, habría un mensaje del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, que sería el diputado Horacio Duarte.
Luego, vendrían las posiciones de los diversos grupos parlamentarios, pero no sobre el informe presidencial, sino en relación con lo que se espera del periodo ordinario.
Los diputados Héctor Larios, del PAN; Emilio Gamboa, del PRI, y Javier González Garza, del PRD, estuvieron en el Senado para platicar con sus contrapartes del acuerdo.
Habría que afinarlo. Así está hasta el momento, según la versión del coordinador de los priistas Manlio Fabio Beltrones.
Descartó que después del 1 de septiembre se vaya a citar al presidente de la República, porque no tiene esa atribución el Congreso.
En cambio, el Legislativo sí tiene facultades para llamar a los secretarios, recordó.
Por su parte, el Grupo Parlamentario del PRD en el Senado advirtió a los miembros del Gabinete del presidente Felipe Calderón que estarán “en el banquillo” y les fincarán responsabilidades si mienten u ocultan información al Congreso con motivo del Informe de Gobierno.
Hubo bombas molotov en la Cámara: Zavaleta
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, reveló ayer que legisladores de la bancada del PRD introdujeron bombas molotov el 1 de diciembre de 2006, cuando rindió protesta Felipe Calderón como titular del Ejecutivo federal.
Durante la presentación del libro “La cámara en la Cámara”, de Aarón Sánchez, fotógrafo oficial del Palacio Legislativo de San Lázaro, Zavaleta detalló que los artefactos explosivos fueron escondidos en colchones.
“Había un arsenal de bombas molotov y lo que se le hubiera ocurrido a los compañeros meter por si había guerrita adentro de la Cámara”, expresó la legisladora perredista.
Recordó que sus compañeros de bancada le pedían que negociara con los elementos policiacos que resguardaban el interior de la Cámara, porque un perro se estaba poniendo agresivo y ellos temían que las bombas molotov fueran descubiertas.
En tono irónico, la diputada lamentó que el autor del libro no haya podido sacar la foto de ese momento de crispación en la Cámara Baja.