El alcoholismo no respeta edades, grados académicos, sexos ni estratos sociales, es “democrático”: arrasa parejo como una enfermedad perversa del alma.
Hoy la agrupación cumple 73 años de fundación; desde entonces los ebrios encontraron la diferencia de vivir de la oscuridad y la luz.
Antes del 10 de junio de 1935, el alcoholismo era considerado como un vicio y quienes tenían este hábito se ganaban adjetivos como irresponsables, sinvergüenzas, eran desahuciados de la medicina y sus familias no tenían remedio, yacían como desheredados de la sociedad.
Tanto los bebedores como las familias vivían el infierno de la perversa enfermedad, sin esperanza, hasta que un día como hoy nace el programa de Alcohólicos Anónimos. Quienes padecen este mal encontraron en AA la diferencia entre el abismo y la gloria surgida del dolor y la derrota.
Antecedente.
La historia inicia un día como hoy de hace 73 años con la reunión del corredor de bolsas de Nueva York Bill Wilson y el eminente cirujano Bob Smith, pero no fue sino hasta 1953 cuando la Organización Mundial de la Salud dictaminó al alcoholismo como una enfermedad progresiva, incurable y mortal por sus consecuencias.
En Durango cuando el alcoholismo hacía estragos en la sociedad, el programa de AA llega a principios de 1967; para ese entonces Miguel Ruiz se mantenía sobrio, solitario, con sugerencias que recibía a través de correspondencia de las oficinas de Nueva York. Luego empezó a reunir a otros borrachos en su peluquería con la esperanza de formar un grupo.
Enviados.
Con la llegada de Cuauhtémoc Islas, capitán del 20 Batallón de Infantería, se forma el primer grupo de Alcohólicos Anónimos, entre militares y civiles en el entonces Cuartel Juárez. Pero el apadrinamiento de los heraldos como Felipe Rizo, enviado de las oficinas de AA en México, los miembros forman el primer grupo y lo llaman Guadiana.
El incipiente grupo tuvo sus altibajos; los miembros apenas tenían para pagar una renta, estaban aprendiendo a ser responsables. Para 1974 en Durango había tres grupos, el ya mencionado, el Durango y Tierra Blanca, fecha en la que surgen los servicios generales de AA en la entidad.
Nacimiento.
El primer grupo nace en el barrio de Analco. La situación era difícil para los pocos militantes: no tenían literatura ni dinero para pagar los gastos de energía, de manera que se alumbraban con velas, y se vieron en la necesidad de entrar en receso en más de una vez.
Volvieron las juntas a la peluquería de Miguel y otros domicilios de compañeros, hasta establecerse de manera definitiva y dar oportunidad a quienes después habrían de formar parte del ejército más grande de la vida.
Explosión benigna.
En 1974 no llegaba a 20 el número de miembros, pero al paso de los años llegan más jóvenes a fortalecer las arterias de AA, hombres y mujeres convertidos en traperos, recogedores de “basura humana”. Gente con espíritu revolucionario de crecimiento como Pablo, Rodolfo, Gilberto, Miguel (“El Pelón”), entre otros.
A los inicios de los 80 había 16 grupos en la ciudad de Durango, pero pronto se presentaría un benigno “boom”, gracias a la transmisión del mensaje por todos los medios, formándose grupos en varios municipios, incluyendo el Norte de Zacatecas.
Agradecimiento.
Hoy existen más de 150 grupos y una membresía de mil 800 hombres y mujeres de diferentes edades, los cuales hoy erigen monumentos de amor y gratitud en sus corazones por la gran dádiva y la segunda oportunidad de vivir.
Este día en todos los grupos se recuerda con gratitud a Miguel Ruiz, Jesús, Juan Esteban, RutilioN., Jorge Ramón y Ramón Núñez, por el gran privilegio que un Poder Superior les optorgó de transmitir el mensaje de AA, cuya fraternidad hoy celebra un año más de existencia, de salvar vidas.
La agrupación en Durango no cesa de crecer, gracias al liderazgo de quienes han sabido darse a la apasionada misión de sembrar en otro borracho la esperanza de una nueva vida sin alcohol.
Crecimiento.
A la postre los grupos de AA se espercen en Guadalupe Victoria, Cuencamé, Peñón Blanco, Vicente Guerrero, Canatlán, Nuevo Ideal, Santiago Papasquiaro, Tepehuanes, Guanaceví, Pueblo Nuevo, Súchil, Nombre de Dios, Poanas, Chalchihuites y los municipios de la Comarca Lagunera.
La misión continúa mediante las tres paradojas: rendirse para triunfar, dar para recibir y morir para vivir. Así, pues, la gratitud queda de manifiesto al recordar el noble trabajo de los veteranos hace 73 años a nivel mundial y 41 de la llegada del mensaje a esta ciudad de Durango.
Héctor Hernández Morales
El Siglo de Durango
10 de junio de 1935.- Nace AA en Akron, Ohio.
1953.- La OMS dictamina al alcoholismo como una enfermedad.
1946.- Nace el primer grupo de AA en México.
1967.- Llega el mensaje de AA a Durango.
1974.- Se consolidan los primeros tres grupos en Durango.
1980.- Hay 16 grupos en la ciudad de Durango.
1996.- Durango organiza el Congreso más exitoso de la Región Norte Poniente, con cinco mil asistentes.
2008.- Existen 150 grupos en Durango.
Cifras
20
Miembros de AA a menos había en 1974 en los primeros tres grupos: Guadiana, Durango y Tierra Blanca.
1,800
Alcohólicos anónimos hay a la fecha en los 150 grupos en 22 municipios del estado de Durango y uno de Zacatecas.