A pesar de que no se cumplieron los pronósticos de lluvias durante la noche del domingo y las primeras horas del lunes, autoridades de Baja California se mantienen atentos a la posibilidad de que se registren movimientos de tierra en laderas donde se ubican decenas de asentamientos humanos.
Al menos una veintena de personas se encuentran refugiadas en el albergue que se habilitó en el auditorio municipal, luego de que se les desalojó preventivamente cuando sus viviendas sufrieron daños por los vientos que acompañaron las precipitaciones.
Desde el fin de semana el gobierno municipal decretó estado de prealerta ante el pronóstico de que en cuatro días se registrarían fuertes lluvias similares a las que en 1993 provocaron muerte de personas y destrucción en varias zonas de Tijuana.
El volumen de lluvia que se había pronosticado para este fin de semana era similar al que se registró en 1993, aunque en aquella ocasión el agua que cayó en cuatro horas era la mitad de toda una precipitación anual.