Las 'zonas muertas' están creciendo en los océanos del mundo como una enfermedad crónica que se extiende por el cuerpo, con poco oxígeno para sostener la vida.
Los océanos de todo el mundo tienen ahora más de 400 zonas muertas, aquellas en las que hay tan poco oxígeno que casi no hay vida marinas, el doble lo reportado hace apenas dos años por Naciones Unidas, denunciaron científicos marinos en un reporte.
Las zonas muertas más recientes están en el Hemisferio Sur del planeta, que comparten Sudamérica, África y partes de Asia, dijo Robert J. Díaz, un especialista del Instituto de Ciencia Marina de Virginia.
"Si estropeamos el flujo de energía dentro de nuestros sistemas, podríamos terminar sin cangrejos, sin ninguna gamba y sin ningún pez. Allí es a donde se dirigen estas zonas muertas, a menos que detengamos su crecimiento", agregó Díaz en una entrevista por teléfono.
Díaz y Rutger Rosenberg son coautores de un estudio que se publicó en la revista Science, según el cual parte de la duplicación de las zonas muertas podría obedecer simplemente al descubrimiento de áreas con poco oxígeno que pudieron haber existido desde hace años y que apenas han sido detectadas.
Las "zonas muertas" están creciendo en los océanos del mundo como una enfermedad crónica que se extiende por el cuerpo, con poco oxígeno para sostener la vida.
"Tenemos que comprender que la hipoxia (la baja cantidad de oxigeno) no es un problema local", afirmó Díaz. "Es un problema mundial y tiene consecuencias graves para los ecosistemas".
La causa de la mayoría de las zonas muertas del mundo son las algas que se alimentan de la contaminación que llega al mar por los ríos. Las alas privan de oxígeno a otras formas de vida marina.
Los científicos responsabilizan principalmente de su crecimiento al fertilizante y otros productos agrícolas, a las aguas de los sistemas de alcantarillado y a la combustión de combustibles fósiles.