Alertan sobre predisposición latina a diabetes gestacional
Entre ocho y 12 por ciento de la población mundial femenina, de 25 años o más, padece diabetes gestacional, informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En México, aunque no existen datos sobre la prevalencia del padecimiento, se sabe que es frecuente por la predisposición de los latinos, debido principalmente a una alimentación rica en carbohidratos, advirtió el académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Alejandro Rosas Balan.
El especialista en biología de la reproducción explicó que el padecimiento deriva de un trastorno en el metabolismo de los carbohidratos, que se presenta en pacientes preñadas con factores de riesgo como raza, edad, y otras condiciones como embarazo múltiple, obesidad y antecedentes familiares de primera línea.
Precisó que por lo general se detecta a partir de la semana 13 de gestación, pues en esa etapa la placenta genera hormonas -estrógeno, cortisona, progesterona y lactógeno placentario-, que predisponen la aparición de la enfermedad.
Existen varias formas de detectarla y la más común es la prueba del tamiz, que consiste en administrar a la paciente una carga de 50 gramos glucosa con 250 mililitros de agua. Si el resultado arroja valores de 130 miligramos o más se recomienda hacer una curva de tolerancia, en la que se da una toma en ayunas,de 100 gramos de glucosa en 250 mililitros de agua.
Se toman muestras cuando haya transcurrido una, dos y tres horas; si salen más de dos resultados alterados, se determina el padecimiento.
Asimismo, si el valor del primer tamiz es por arriba de 180 miligramos, ya no se hace la curva y se diagnostica diabetes gestacional.
Aunque los valores sean normales en la semana 13, se debe repetir la prueba entre la semana 24 y 28, pues es cuando las hormonas encuentran su pico de producción y, por lo tanto, hay más predisposición, alertó el médico certificado por el Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia.
Es importante subrayar que si una paciente sufre el padecimiento y lleva un adecuado control mediante dieta y tratamiento, la evolución del embarazo puede ser normal; no obstante, la falta de cuidados puede desarrollar alteraciones o patologías, tanto en la madre como en el producto, destacó.
Una de ellas, puntualizó, es la procreación de bebés macrosómicos (grandes), que en la población mexicana serían de 3.8 kilogramos; otra es el aumento en la cantidad de líquido amniótico y trastornos metabólicos al momento del nacimiento, como hipoglucemia, hiperglucemia (disminución o elevación del azúcar), o hipocalcemia (disminución del calcio en la sangre).
En ocasiones, abundó la máxima casa de estudios a través de un comunicado, la adaptación del pequeño fuera del útero puede ser tardía, al tener problemas para respirar porque los pulmones no se desarrollaron de manera adecuada.
Las alteraciones en los electrolitos, como la hipocalcemia y la hipomagnesemia, se controlan con soluciones intravenosas y, por lo general, se corrigen de manera rápida, de modo que después de 24 o 48 horas, los niños pueden estar con sus madres, precisó el también miembro titular de la Asociación
En cuanto a la situación del bebé, ésta depende de las características del nacimiento; si la madre estuvo controlada, su hijo tiene menos posibilidades de registrar peso excesivo y, por ende, los riesgo son mínimos; si es macrosómico, el peligro se acrecienta.