Ayer el dominicano Manuel Guzmán fue pieza importante para el segundo triunfo de los Algodoneros de Torreón, tanto a la defensiva y como a la ofensiva con 22 puntos. (Fotografía de Ramón Sotomayor Covarrubias)
Torreón vuelve a imponerse, ahora a Durango por 90-85.
Con la garra y el corazón por delante, Algodoneros de la Comarca vencieron 90-85 a Lobos Grises de la Universidad Autónoma de Durango (UAD), dentro de la segunda fecha de la campaña 2008-2009 de la LNBP.
Juego de alto calibre presenciado en el inmueble de la Calzada Colón, con dos de los serios aspirantes a conquistar el título de la Zona Norte. El juego se definió en la recta final del cotejo, pero la visita apretó en los últimos instantes.
Cuando apenas se jugaban 41 segundos, la fuerte lluvia que azotó el centro de Torreón volvió a hacer estragos en el Auditorio Municipal, por lo que el partido tuvo que interrumpirse alrededor de 15 minutos debido a las goteras registradas en el obsoleto domo del escenario.
Esto no desconcentró a Walker, quien tras la pausa encestó sus dos tiros. El norteamericano fue una verdadera pesadilla para los visitantes, ya que desde cualquier punto de la cancha encestaba.
Desde un principio el coach Javier Díaz-Castroverde arrancó el encuentro con Mike Strobbe, para tener mayor presencia en la pintura. Además, el aporte del dominicano Manuel Guzmán fue importante, ya que su figura pesó en los momentos claves del juego.
Tras un inicio incierto, los laguneros, que además fueron deslumbrados por la velocidad de los universitarios, lograron sobreponerse para ser efectivos a la hora de los disparos, por lo que el primer cuarto les favoreció 25-22.
La férrea defensiva impuesta por el coach visitante Lasalle Taylor no fue obstáculo para el escurridizo Paul Stoll, que siempre buscó penetrar hacia el aro, contando con el apoyo de un incansable Lee Cook y un aguerrido Andre Joseph, que buscaba sacarse la espina de la campaña anterior.
Cook peleó en la pintura con su compatriota Antoine Tisby, al igual que el espigado Devoughn Lamont, en tanto que el caribeño Guzmán, alternando con Strobbe, buscaban contener al poderoso norteamericano Will Frisby. Los comarcanos se fueron al descanso con ventaja de apenas un punto (43-42).
En el tercer cuarto los duranguenses se aplicaron, le dieron la vuelta al marcador y sacaron una inmejorable diferencia de siete puntos, aunque no supieron sacarle provecho a la gran ventaja, tomando en cuenta lo cerrado del cotejo.
Miguel Acuña, de Lobos Grises, se metió en problemas de foules, por lo que la responsabilidad en el perímetro recayó en el acapulqueño Marcos Chávez. Cuando agonizaba el cuarto, Walker desde su cancha lanzó el balón con el reloj en ceros, la bola espectacularmente entró pero no contó, ante el enérgico enojo de Castroverde.
Con el marcador 68-66, Rolando Núñez estuvo encendido, mientras que Stoll fue incisivo y efectivo, resultando factor clave para los anfitriones, que comenzaban a despegarse en cuanto a unidades se refiere.
Una falta de Blake sobre el costado de Derek Thomas se convirtió en jugada de tres puntos para los duranguenses, gracias al drástico marcaje del árbitro Horacio Cepeda, que tuvo algunas complicaciones en decisiones de apreciación. El dominicano Guzmán emuló a Walker en la finalización del encuentro con un kilométrico disparo, pero de nueva cuenta los silbantes no contabilizaron la canasta. Con dos triunfos y sin conocer todavía la derrota, Algodoneros sostendrán dos partidos por el noroeste del país, visitando a Galgos de Tijuana y Soles de Mexicali, en complicadas salidas, dado el nivel de los adversarios.
