A través de motivos infantiles el grupo radical palestino disemina el odio y transmite mensajes de muerte y conflicto en los infantes.
Una de las características más complejas de la propaganda de la organización integrista islámica palestina Hamas en su guerra contra Israel es el uso abierto de los niños. Esto se manifiesta especialmente en sus programas de televisión, por partida doble.
Por un lado, aparecen claramente niños como víctimas del conflicto, afirmando Hamas que éstos constituyen un blanco buscado por Israel. Pero, además, a través de motivos infantiles que en otras partes del mundo son símbolo de diversión y atracción con los que se identifican los pequeños -como el famoso Mickey Mouse-, Hamas disemina el odio y transmite mensajes de muerte y conflicto.
Sin embargo, el problema más serio radica en el mensaje central transmitido a los niños, tanto en los programas infantiles de la emisora Al Aqsa de Hamas como en comentarios públicos en otros ámbitos: que la “shahada” (muerte como “mártir”), debe ser ansiada y buscada, para llegar al paraíso. Eso equivale a alentar a los niños a salir a perpetrar atentados para matar israelíes, y en los que también ellos perderán su vida.
Ello, en todo caso, no es exclusividad de Hamas, sino que el mensaje de que la vida es inferior a la muerte en “shahada”, aparece también en la propia televisión oficial de la Autoridad Nacional Palestina.
“Nosotros no alentamos a nuestros hijos a morir, sino a la Shahada (martirología) por la patria, por Alá”, decía una madre en uno de los programas, tras haber perdido a dos de sus hijos en un ataque contra Israel. “Nosotros no decimos a las madres de los mártires ‘hemos venido a consolarlas’, sino que decimos ‘hemos venido a bendecirlas por la boda de vuestros hijos, por la Shahada de vuestros hijos. Felicitaciones’. Para nosotros, el duelo es una boda feliz. Repartimos bebidas, distribuimos dulces y caramelos”.
COMO UNA BODA
La referencia, en la terminología islámica, es clara: la boda que contrae el “mártir” (un término de por sí con carga positiva, de legimitidad, aunque signifique que murió matando civiles a su alrededor) es con las 72 vírgenes que le aguardan en el paraíso.
El uso de los niños en la propaganda de Hamas es abierto y sin tapujos. Los radicales han recurrido a motivos típicamente infantiles, que casi por instinto provocan identificación de los niños, lo cual es aprovechado por Hamas para pasar su mensaje de hostilidad y opción violenta, como única posibilidad, en lugar del diálogo y la negociación.
Primero surgió “Farfur” -un ratón similar a Mickey-, que durante una serie transmitida por Hamas desde el mes de mayo del año pasado, presentaba mensajes radicales contra Israel ante los niños. En el último capítulo, “Farfur” fue asesinado por un israelí. Su muerte fue anunciada por la niña que conducía el programa.
Luego estuvo el conejo Assud que prometía “terminar con los judíos y comérmelos”. Y ahora, los títeres que aparecieron días atrás, en pantalla, uno de ellos representando al presidente estadounidense George W. Bush, al que el otro títere, el niño musulmán, mata a cuchilladas. “He venido a cobrar mis derechos... pero debo tomar mis derechos con la espada del Islam”. Y en medio de risas, el niño títere asesina al presidente estadounidense.
