Alista Eduardo Manzano libro de anécdotas

En 1968 Enrique Cuenca y Eduardo Manzano tuvieron un accidente automovilístico en Tijuana, luego de que alguien le había cortado las mangueras de los frenos.

A Cuenca lo sacaron con las costillas fracturadas y Manzano fue encontrado bañado en gasolina y el esternón de fuera.

“¡Estaba como guajolote!”, recuerda Manzano.

La única foto que existe del percance provocado es una de las muchas inéditas que aparecerán en el libro que el comediante está redactando.

Aún sin título, la obra contendrá decenas de anécdotas vividas durante su carrera profesional, como ese accidente.

“Tendrá mucha sabiduría de lo que es el ambiente artístico, cómo fui aprendiendo a actuar, cómo nació la imitación de voces. Mi inspiración fue Ferrusquilla, un gran imitador, luego fui amigo de El Panzón Panzeco, compartí escenario con Clavillazo, Resortes, Borolas, el Mantequilla, con varios. Voy a contar mucho del mundo del espectáculo, de cómo es éste”, explica.

Ya lleva la mitad del libro, del que el creador de “Gordolfo Gelatino” aún no define el título.

“Ya los editores están de uñas, pero con el trabajo que he tenido no he podido. El título debe arrancar una gran carcajada. Si todo sale bien, el año que entra, por estas épocas, lo estaríamos presentando”, dice.

Manzano acaba de trabajar en dos largometrajes mexicanos que se estrenarán próximamente: Amar, de Jorge Ramírez-Suárez y Volverte a Ver, ópera prima de Gustavo Garzón.