RIESGO
Las heces del gato provocan trastornos en la mujer como infertilidad; aborto y malformaciones del feto. Las infecciones más frecuentes son: virales, parasitarias y bacterianas
Santiago Papasquiaro, Dgo.- Todos los animales que no estén debidamente controlados, vacunados y desparasitados pueden transmitir graves enfermedades al hombre, especialmente cuando se convive con ellos en forma cotidiana.
Existen alrededor de 70 padecimientos de tipo viral, parasitario, bacteriano y micótico que pueden ser generados por el contacto con perros y gatos.
El doctor Ángel González Romero, Subdelegado Médico, manifestó que el hombre puede verse afectado con trastornos oculares, asma, tos, problemas cutáneos –urticaria-- y dolores hepáticos, entre otros, que pueden ser tratados y curados, pero que en muchos casos dejarán secuelas.
Prevención. Sin embargo, conocer a un animal es muy importante para la preservación de la salud, ya que ello ayudará a detectar enfermedades o anomalías de las mascotas que pueden transmitirse a los humanos, teniendo siempre en cuenta que en caso de duda con algún padecimiento las personas deben consultar de inmediato a su médico en las Unidades de Medicina Familiar del ISSSTE.
Informó que el Instituto ofrece pláticas preventivas sobre la relación con los animales a fin de que los derechohabientes se enteren del problema y eviten peligros a sus hijos. Advirtió que para evitar que cualquiera de estos animales contraiga ciertas enfermedades infecciosas, algunas de ellas tan graves que pueden comprometer la vida del humano, conviene conocer los riesgos y la forma como se deben evitar.
Males comunes. Explicó que entre las enfermedades más comunes transmisibles del perro al hombre está la rabia, la cual se transmite a través de una mordida o la saliva del animal. Otra muy importante es la cistecircosis o teniasis, ya que el perro y el cerdo son huéspedes intermediarios de estos microorganismos y el humano es huésped definitivo. El contagio se produce por deficientes medidas de higiene y la inadecuada disposición de los desechos de los animales.
Respecto a los síntomas de los animales rabiosos, indicó que inicialmente presentan fiebre, ansiedad, tristeza y dilatación de pupilas; posteriormente pueden llegar a una fase furiosa con gran agresividad (ataques y mordeduras a las personas) o a una parálisis y descoordinación con producción de gran cantidad de saliva. Esta enfermedad acaba siempre con la muerte del animal y de las personas en caso de no ser debidamente atendidas.
Inoculación. En el caso de los gatos, anualmente muchos de ellos son víctimas de enfermedades infecciosas; incluso las mascotas, que mantienen escasa o nula convivencia con animales callejeros, pueden contagiarse fácilmente de diversas enfermedades a través de objetos contaminados provenientes del exterior.
Si no es tratado con los cuidados necesarios, el gato puede transmitir enfermedades como la toxoplasmosis. El virus causante de este mal vive en el intestino delgado del felino y provoca lesiones en la mujer como infertilidad, a la vez que puede desarrollar quistes. Por ello es necesario que el excremento del gato sea revisado mediante estudios de laboratorio para descartar la presencia del virus.
Esta enfermedad es especialmente importante, agregó el médico, ya que una infección en una mujer gestante dentro de los tres primeros meses puede provocar abortos o malformaciones en los fetos.
Cuidados. Los gatos pueden infectarse con toxoplasma tras la ingestión de carne o vísceras crudas; también comiendo roedores o pájaros que ellos hayan cazado. En consecuencia, solamente los gatos con estos hábitos alimentarios suponen un riesgo para las personas. La mayoría de los humanos que se infectan con este virus es a consecuencia de haber comido carne cruda o poco cocinada al fuego; verduras contaminadas con heces de gato o por trabajar sin guantes la tierra donde transitan estos animales.
Por ello, González Romero, precisó que para el manejo del excremento del gato se deben usar guantes y no dejar que los niños se acerquen a ellos. También es necesario lavarse muy bien las manos luego de disponer de los desechos, además de desparasitar a las mascotas frecuentemente y que el veterinario revise al animal como mínimo dos veces al año.
Este felino también provoca las infestaciones de pulgas y ácaros, por lo que su permanencia en el hogar implica una responsabilidad importante para quien decida tener una mascota.
Recomendación corativa
Dijo que las mordeduras de cualquier especie animal son heridas que por definición están infectadas desde el inicio, ya que en el interior de su boca la población de bacterias es muy elevada. Para tratar estas lesiones, se deben lavar y desinfectar las zonas dañadas del cuerpo, y en caso de ser profundas es conveniente ir al médico, para que prescriba un tratamiento con antibióticos.
Las infecciones más graves, con formación de abscesos, suelen ser provocadas por una bacteria. Otra afección de importancia es el arañazo del felino, ya que muchos de éstos animales son portadores de bacterias en sus garras sin manifestar ningún síntoma clínico. Aunque son raros los casos, las personas mordidas o arañadas por gato pueden manifestar un cuadro de fiebre, malestar y aumento de los ganglios linfáticos de la zona donde se ha producido la herida.
Nota complementaria
Evitar dormir con animales
Los especialistas dan a conocer algunos consejos para prevenir infecciones provocadas por los felinos: evitar sus mordeduras y arañazos, no tocar a los animales si no conocen sus reacciones, especialmente los de la calle. En caso de que se haya producido un ataque, es indispensable desinfectar bien la herida y considerarla como infectada. También se debe evitar el contacto directo con sus heces, especialmente si llevan días en el ambiente.
Sugirió no dormir con ninguna mascota y mantenerla lo más alejada posible de camas o asiento, ya que al igual que las alfombras, estos muebles funcionan como receptores de polvo y de pelos. Hay que lavar las sábanas y sobrecamas al menos dos veces por semana y aspirar bien los muebles.
La mayoría de las alergias a animales domésticos se deben a la inhalación de productos derivados de la piel, orina y/o saliva, siendo los cuadros clínicos dominantes las rinoconjuntivitis alérgicas y el asma bronquial.
El alergeno del gato se encuentra en su saliva, piel y fluido lagrimal. Son partículas muy pequeñas que permanecen flotando en el aire durante largo tiempo y muy comunes incluso en zonas donde nunca ha vivido un gato.
