Elementos del Ejército resguardaron el Aeropuerto Internacional Francisco Sarabia.
Al menos seis vuelos fueron retrasados o desviados.
Una amenaza de bomba recibida en la oficina de la aerolínea ALMA provocó que ayer por la noche fuera cerrado por poco más de dos horas el Aeropuerto Internacional Francisco Sarabia, lo que ocasionó que por lo menos seis vuelos fueran desviados o retrasados.
Decenas de personas que en esos momentos se encontraban en las instalaciones del puerto aéreo, tanto pasajeros como familiares de éstos, así como trabajadores del mismo, fueron desalojados sin recibir explicación alguna por elementos de seguridad privada, lo que generó múltiples reclamos y enojo entre los ahí presentes.
Entre los inconformes se encontraba la señora Amparo González, de 90 años de edad, quien con lágrimas en los ojos pedía desde la puerta principal a los guardias de seguridad que le permitieran recoger su andador que había dejado en el interior ya que sin él no podía caminar, súplica que no encontró respuesta.
Ahí mismo un sacerdote de edad avanzada pedía al personal de seguridad le dieran información sobre lo que estaba sucediendo, ya que él tenía que llegar esa misma noche a la ciudad de Guadalajara, finalmente y al no obtener respuesta pidió a unos patrulleros de Seguridad Pública lo dejaran sentarse a bordo de la unidad.
La inconformidad creció aún más cuando algunas personas que intentaron retirarse del aeropuerto en sus vehículos, recibieron la sorpresa de que tendrían antes que pagar por el servicio, el cual extrañamente se elevó al doble y hasta el triple de su valor.
Ángel de la Campa, director general del Aeropuerto, informó que siendo aproximadamente las 18:55 horas, se recibió en la oficina de la aerolínea ALMA una llamada telefónica por porte de una persona del sexo masculino que advertía de la presencia de un artefacto explosivo en uno de los aviones de la empresa.
De acuerdo con los planes de seguridad, se informó de inmediato de la amenaza al Comité Local de Seguridad Aeroportuaria, el cual se encarga de dar seguimiento a todos los hechos que afecten el funcionamiento del aeropuerto, quien finalmente optó por cerrar y evacuar el edificio, en espera de personal del Ejército Mexicano especializado en este tipo de contingencias.
Al cuestionarle al funcionario federal sobre la inconformidad de los pasajeros y sus familias por ser desalojados sin recibir explicación alguna, dijo textualmente “que este tipo de situaciones era normal y que en lugar de quejarse deberían agradecer las medidas de seguridad que se siguieron para salvaguardar sus vidas”.
Se indicó que expertos en explosivos del Ejército realizaron una revisión minuciosa en las instalaciones del edificio, así como en el equipaje y aeronaves, lo que generó la desviación de por lo menos cinco vuelos procedentes de Dallas, México y Tijuana a los aeropuertos de Monterrey y Durango, y la demora en la salida de uno más de la línea CLIC con destino a la Ciudad de México.
Finalmente a las 21:45 horas y luego de que personal militar terminara la revisión y no encontrara nada, se ordenó fuera reabierto el aeropuerto.
