Los soldados del Ejército Mexicano recorrieron las comunidades que están en los márgenes del río Nazas, desde que se activó el Plan de Emergencia DN-III-E, porque el río brincó los bordos de protección en varios puntos.
Habitantes de varios ejidos desalojan sus viviendas ante el temor de sufrir alguna inundación
Habitantes de las comunidades que están en los márgenes del río Nazas empezaron a evacuar sus viviendas ante el temor de que el agua brinque el último bordo de protección e inunde los ejidos.
La madrugada de ayer el río Nazas se desbordó en varios puntos al debilitar los bordos de protección y corrió hacia los ejidos, quedando a escasos metros de las viviendas y en muchos de los casos la única protección que les queda son los canales de riego. Aunque en el ejido Presa de Cleto los bordos están pegados a la barda de las casas.
Desde temprana hora los habitantes del ejido San Francisco empezaron a sacar sus muebles en camionetas o carros de mulas, para llevarlos a otras comunidades y a sectores más altos donde piensan que no llegará el agua. Ante la cercanía del agua, las autoridades cortaron la carretera para que el agua siguiera río abajo.
El agua que llegó al ejido San Francisco venía desde el ejido Jaboncillo, de Francisco I. Madero, donde los habitantes se dieron a la tarea de llenar costales en varios puntos para reforzar el bordo, porque el agua inundó los cultivos, una granja avícola y amenazaba con cruzar al canal Sacramento, lo que provocaría que el agua corriera hasta el ejido.
En Presa de Guadalupe, los vecinos también trabajaban a marchas forzadas para colocar costales y tierra en el bordo, que está pegado a las bardas de sus viviendas, ahí varios habitantes invitaron a los funcionarios estatales y municipales a pasar la noche en sus viviendas, para que sientan en carne propia el temor de que el agua rebase el bordo.
A pesar de que los habitantes de todas las comunidades manifestaban su temor de que el río inundara sus viviendas y se llevara su patrimonio, el subsecretario de Protección Civil, Segismundo Doguin, aseguró que estas acciones no eran de emergencia, “no es una situación de pánico, mañana empieza a disminuir el nivel”.
“Quisiéramos que se vinieran a velar con nosotros el bordo, aquí no la pasamos toda la noche cuidando que no se desborde, nosotros estamos en una pequeña isla, porque en un lado tenemos el río y en el otro el canal”, dijo María Esther de los Santos García, vecina del ejido Presa de Guadalupe.
ALBERGUE
Desde la madrugada del domingo el albergue que se instaló en el Gimnasio Municipal tenía mucho movimiento, habitantes de los ejidos San Miguel, Cleto y Frontera fueron trasladados a este inmueble, los evacuados son principalmente mujeres y niños, porque los hombres se quedaron en los ejidos a reforzar los bordos de protección.
Los directores del Ayuntamiento acordaron que diariamente se van a rotar para darle atención a las familias que están en el albergue.
Josefina Moreno de Babún, presidenta del DIF, informó que ayer a las 16:00 horas tenía alojadas en el albergue 400 personas aproximadamente, aunque esperaba que llegaran más porque seguían sacando gente de las comunidades que están cercanas al río.
“Ya tenemos todo listo para instalar más albergues en el Centro de Capacitación, en el Auditorio y en el Campestre si es necesario, la cifra de personas desalojadas podría superar las 3 mil, por eso hacemos un llamado a los organismos no gubernamentales y a la sociedad civil que nos apoye con alimentos no perecederos”, dijo.
Por su parte, la jefa de la Jurisdicción Sanitaria número VII, Irma Santoyo Gómez, informó que están visitando todas las comunidades para distribuir abate y para ofrecer atención médica, en el albergue dejaron doctores y enfermeras que permanecerán las 24 horas.
Les gana el temor
Fue más fuerte el temor que la cordura para los habitantes de La Libertad, Rancho Grande y La Luz y por eso, ayer algunas familias decidieron sacar las pertenencias de sus viviendas y buscar refugio en otra parte. La gente asegura que están desinformados con respecto a la avenida del río Nazas, aunque Protección Civil de Matamoros afirma lo contrario y que en la zona no hay peligro de desbordamiento.
Desde el sábado pasado por la mañana, en esta parte del Municipio se presentó una contingencia cuando el bordo del ejido La Luz se reventó en la madrugada, aunque el agua no llegó hasta la comunidad, pues se topó con un canal de riego y fue justamente en ese lugar donde los habitantes bajo las órdenes de Protección Civil, empezaron a llenar costales con tierra para evitar que el agua llegara al canal, porque esto provocaría que se desbordara y llegara al ejido.
De hecho, ayer hombres jóvenes y maduros, con el apoyo de varias máquinas proporcionadas por el dueño de la pequeña propiedad Santa Mónica, llenaba los sacos de arena y reforzaban el canal. Aunque todos los señores, se quejaron porque ni la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ni Protección Civil y ni las autoridades les daban cuenta de las extracciones a las presas.
El titular de Protección Civil, Francisco de León Aguilera, aseguró que en La Libertad, Rancho Grande y La Luz, “todavía no hay riesgo y la gente que se salió es porque prestó oídos a noticias falsas sobre un desbordamiento que ni siquiera se contempla en esta zona porque todo está bajo control”.
Expuso que el agua está a 2 kilómetros de los poblados y que en caso de un desbordamiento, “hay salida para otro rumbo por la parte de atrás de estos ejidos, por donde sacaríamos a la gente, pero como no estamos en un foco rojo, no hay por qué alarmar a la población”. Aseguró que las autoridades de todos los niveles no se han desentendido de la situación en ningún momento.
Por su parte, en la Conagua informó las autoridades municipales son las encargadas de apoyarlos en la información, aunque también debe existir una corresponsabilidad de la gente para preguntar sobre lo que pasa en su entorno. (Por Cecilia Aguilar)
