La imagen que mostraron en la victoria de este viernes sobre los Tecos ha dejado entre los americanistas la sensación de que la temporada pudo ser mejor.
Más allá del error arbitral que abrió el camino del triunfo, las Águilas reconocen que la forma en que se comportaron en el Tres de Marzo les hubiera dado un mejor futuro.
Pero el hubiera no existe, solo hace más suave el fracaso, acusan los viejos y sabios. Por eso es que el América se encuentra en etapa terminal, aún cuando inyectaron algo de ánimo con la victoria sobre los Tecolotes.
En el fondo entienden lo complicado de su situación. Saben que no les alcanzará, pero buscarán cerrar el torneo lo más decoroso posible. Muchos de ellos, en busca también de permanecer en el equipo para el próximo año.
“Teníamos que tener esa rebeldía para jugar más agresivo, hay un margen de esperanza. Nos pusimos el objetivo de ganar lo que viene, aunque por ahí no se salva la temporada que hemos tenido”, comentó Federico Insúa.
Una clasificación a la Liguilla del América se escucha como un milagro. Guillermo Ochoa, arquero emplumado, se aferra a la idea de que en el futbol todo puede suceder.
“Hay que esperar”, comenta el guardameta, “no hay que bajar los brazos”. Este par de frases han sido una constante en las Águilas el último año, uno de los peores en su historia de 92 años.
“Ya no podemos hacer nada por lo que no hicimos en el pasado, solamente nos queda el presente, en el que se ha dado un paso importante para mantener la ilusión de Liguilla en este campeonato o de que se puede cambiar la imagen del equipo para la siguiente temporada”, explica Juan Carlos Medina, quien ha tenido paso irregular en las alineaciones de Ramón Díaz.