FALTA DE MEMORIA. Omar Jiménez manifestó que después de tomar las pastillas de rivotril perdió el control de todo lo que hizo, o con quien estuvo.
“Me tomé unas pastillas que me dieron unos amigos y después se me olvido todo”, dijo Omar, acusado de abusar sexualmente de su hijastra.
Se le hizo fácil
Agentes de la Dirección Estatal de Investigación, DEI, asignados a Tlahualilo, Durango, detuvieron a quien dijo llamarse Omar Jiménez Rangel, de 31 años, vecino de Tlahualilo. Omar fue detenido cuando regresaba de trabajar de los campos del melón y la sandía, donde se desempeña como jornalero. Las autoridades lo detuvieron tras ser acusado por su pareja sentimental, con la cual vive desde hace aproximadamente cuatro años. Ella lo acusó de haber abusado sexualmente de la hija de ella, de nueve años de edad. Según la mamá de la menor, el detenido la llevó a las afueras de Tlahualilo el viernes por la noche. La pequeña acudió a contarle lo ocurrido a su madre la mañana del sábado.
Mala memoria
“El viernes por la noche me fui con unos amigos a la ‘Feria del Melón y la Sandía’ y después nos fuimos a una fiesta que nos invitaron, ahí me dieron unas pastillas de rivotril y unas cervezas, luego perdí el control de lo que hice. No me acuerdo que fue lo que pasó hasta el siguiente día”, aseguró Omar, quien fue enviado a la DEI, en La Laguna de Durango.
Veía por ellos
El detenido manifestó en sus primeras declaraciones que él vivía con la mamá de su hijastra desde hace cuatro años, con quien tenía dos hijos más, a los cuales atendía desde hace varios años. “A los tres menores les doy estudio y comida”, agregó Omar.
El peso de la ley
El agente del Ministerio Público de Ceballos manifestó que en las siguientes horas se dedicaría a reunir las pruebas suficientes en contra del detenido, entre ellas la declaración de la mamá de la menor, de quien se espera que ratifique la denuncia en contra del presunto agresor. En caso de resultar culpable, Omar podría ser enviado al Cereso número 2 de Gómez, acusado de violación.