En el mes de febrero, el 14 Día del Amor y la Amistad, (cuando era yo chica uuuuuu!! De los novios) tradición que se ha instalado par quedarse, en esta fecha se realiza la mayor venta de chocolates en el mundo, ya que de alguna manera sería feo no decirle a los demás que los queremos, que son importantes para nosotros. En los Estados Unidos este día les significó ventas por 17.2 billones de dólares, incluidos dulces, joyas, ropa, flores, gastos de restaurante y hoteles; únicamente en chocolates se facturaron 323 millones con todo y recesión se vendió 1 millón trescientos mil dólares más que el año pasado.
Pero veamos, hasta el Concilio Vaticano II la Iglesia Católica reconocía once días de San Valentín y en febrero se festejan tres, Valentín de Roma, Valentín de Treni y un tercer santo Valentín, que fue martirizado en África, y los otros dos también mártires. Si leemos sobre ellos lo que nos queda claro es que de ninguna manera están relacionados con algo romántico. También hay quien la asocia con una fiesta pagana, un rito arcaico de fertilidad que se celebraba en febrero y se llamaba lupercalia, también se dice que uno de los tres Valentines se enfrentó al emperador Claudio cuando éste prohibió el matrimonio porque no quería soldados casados, y lo mandó matar. Otros opinan que Valentín estando preso se enamoró de la hija de su carcelero y que al morir dejó una nota que decía “de tu Valentín”.
Pero es Inglaterra en donde existe la primera referencia documentada en 1382, el poeta Geoffrey Chaucer escribió un poema mencionando a Valentín en honor del primer aniversario del compromiso entre Ricardo II y Ana de Bohemia, y es el siglo XII cuando los trovadores vernáculos le cantan al amor ideal, el amor cortesano, generalmente de un caballero por una dama casada, ya que en esa época los matrimonios no eran por amor; y anterior a eso en la antigua Gracia 250 A.C., tenemos los primeros poemas escritos por Safo, que era una aristócrata venida a menos que por encargo elaboraba una serie de cantos y diálogos maravillosos para la ceremonia del matrimonio, nos ha llegado muy poco de ella, pero lo suficiente para quedar en la historia. Y a en el siglo XIX la primera caja de chocolates en forma de corazón fue vendida en 1860 en Inglaterra, hoy se venden más de 35 millones de estas cajas.
Valentin’day tiene en Internet 13,400,000 sitios y la palabra amor 12 millones de referencias, desde datos históricos, hechos relacionados con la Biblia, hasta invitaciones a citas y clases amatorias. Amor, enamoramiento, pasión y amistad, se supone que todo está enmarcado dentro de estas fechas. ¿Pero caben? Por ejemplo en la amistad, que es amor fraterno, no es lo mismo ser amigo que amigote, amistad que amiguismo, amigas que amiguitas, etc., llamamos amigo a todo el mundo, sobre todo si no recordamos su nombre, nos ostentamos grandes amigos de éste y aquél, sobre todo si ocupan un lugar preponderante dentro de la comunidad; la amistad real, aquélla de en las “buenas y en las malas”, es a mi modo de ver, el don más grande que nos puede dar la vida, “llórate pobre, pero no solo” y no tiene nada que ver con la publicitada fecha, la amistad y el amor mueven montañas.
Un reportaje a propósito de este día, decía que el amor no duraba más de cuatro años, y comentando el tema, algo divertidas, algunas personas coincidieron que el amor entendido como el más grande sentimiento de un ser humano hacia otro, y la amistad, considerando que los amigos son hermanos que escogemos, son sentimientos que duran toda la vida, sin embargo el amor-enamoramiento-pasión, cuatro años son una eternidad, hubo quien dijo que con dos encontronazos se acababa.
El comerciar con estos sentimientos desvirtúa y distorsiona aquellos sentimientos que son los que nos diferencia del resto de los seres humanos en este planeta, en donde es posible que una cena o una plática con alguien que queremos puede convertirse única e irrepetible. Se confunden los términos, vivimos la época de las sensaciones, “siento, luego existo”, aquello que nos cause placer está por encima de cualquier cosa, no hacemos la distinción, es por eso que tiene un éxito enorme un exposexo en donde por 50 pesos las manos siguen el camino del deseo, porno, aparatos y demás artilugios porque estamos vacíos, nada nos colma ni nos contenta. Patético.
El amor desde luego, no puede constreñirse a la relación entre dos personas, también se debe amar lo que se hace, y dentro de la misión de vida que tenemos, está el servir a los demás, darle sentido a la vida, pero no se puede servir sin amar, se dice fácil, pero es sumamente difícil ese amor del que habla San Pablo en su carta a los Corintios o la oración de San Francisco de Asís, un amor incondicional que todo lo perdona, que todo lo cree, que no guarda rencor, en fin, ese amor que es el que deberíamos de promocionar, preguntarnos en qué proporción hemos hecho felices a los demás. Desde luego que las muestras de cariño, amistad o amor en ese día son bienvenidas, pero son sólo eso, muestras.
