El precandidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, amplió a dos dígitos su ventaja sobre su contendiente Hillary Clinton, según una nueva encuesta de la firma Gallup.
Obama, senador por Illinois, tiene una ventaja de 10 puntos al alcanzar el 52 por ciento de las preferencias frente al 42 por ciento de Clinton, senadora por Nueva York, señaló la encuesta realizada del 27 al 29 de marzo.
Clinton rechazó el fin de semana la presión de algunos demócratas para que se retire de la contienda y apoye a Obama en una señal de unidad partidista frente al virtual candidato republicano, el senador por Arizona, John McCain.
Clinton consideró importante que se escuche la voz de las personas y se cuenten sus votos, mientras que Obama indicó que su contendiente puede participar mientras lo considere necesario.
Obama ha sumado mil 625 delegados frente a mil 486 de Clinton, que necesita sumar dos mil 25 delegados para asegurar la nominación del Partido Demócrata, según el sitio en Internet de la cadena CNN.
Clinton es favorita para ganar en las primarias de Pennsylvania el 22 de abril, en donde están en juego 188 delegados que se reparten en proporción al voto conseguido, a fin de continuar en las próximas contiendas que se prolongan hasta junio.
Disfruta McCain mientras demócratas se pelean
Las perspectivas de John McCain en las elecciones presidenciales parecen mejorar día a día a medida que Barack Obama y Hillary Rodham Clinton prolongan una batalla cada vez más agria y personal.
Las encuestas indican que, gane quien gane entre los demócratas, los comicios presidenciales serán muy reñidos, lo que representa un avance para McCain, a quien se le daban muy pocas posibilidades no hace mucho.
McCain no quiere confiarse y dice que para dar pelea, deberá recaudar más dinero, vigorizar un partido Republicano bastante dividido en torno a su candidatura, darse a conocer como algo más que un veterano héroe de guerra y dejar en claro que no representa un continuismo de la era de George W. Bush.
McCain está en la política desde hace más de tres décadas y sabe que cualquier cambio de aires puede echar todos sus esfuerzos por tierra. Hechos fuera de su control, como la ocupación de Irak, pueden dar un giro negativo y quitarle sustento a sus puntos de vista en ese tema. McCain se jugó a favor de la política de Bush de aumentar la cantidad de soldados en Irak e insiste en que no hay que retirarse mientras no se logren los objetivos delineados.