Una denuncia por delito de robo de dos computadoras con programas especiales, se amplió contra la empresa de seguridad cuyo supervisor cometió el ilícito.
La querella fue interpuesta el viernes pasado ante la Mesa Tres de la Agencia Investigadora del Ministerio Público de Delitos Patrimoniales, por el representante de Mecramotors, S. A. de C. V., en contra de la empresa de seguridad denominada Elite Patrol Private Security Services, S. A. de C. V., (EPSA) ubicada en el bulevar Constitución 854 poniente, de Torreón.
En virtud que la empresa de seguridad contratada, con la razón social EPSA, se negó a la responsabilidad de lo ocurrido, el representante de la afectada, Macromotors Volvo, S. A de C. V., ubicada en el kilómetro 13.5 de la carretera Gómez Palacio-Chihuahua, amplió la denuncia contra EPSA, localizada en el bulevar Constitución 854 poniente, de Torreón.
En las investigaciones se pudo conocer que en el bazar Oriente Uno, de la colonia Valle Oriente, en Torreón, se encontraba una de las computadoras robadas, que fue llevada a empeñar por Guadalupe Pineda, esposa del presunto autor del robo, de nombre Patrocinio Domínguez Sánchez.
En su declaración, Domínguez Sánchez dijo ser supervisor de la empresa de seguridad EPSA, que le daba servicio de seguridad a Macromotors Volvo.
El día de los hechos, dice Domínguez Sánchez, se encontraba de supervisión en Macromotors, cuando llegaron mecánicos de esta empresa y comenzaron a bajar herramienta, que traían en una camioneta.
Patrocinio se acercó a la camioneta y mientras los mecánicos guardaban la herramienta, él se apoderó de dos computadoras con programas especiales para diagnosticar fallas en vehículos automotrices y las subió a su carro para llevarlas a su casa, luego empeñó una y vendió la otra, obteniendo 1,900 pesos.
En la nueva denuncia, el representante de la empresa afectada, menciona que el autor del robo lo cometió aprovechando el acceso a las instalaciones, “valiéndose de su puesto de supervisor de los vigilantes de EPSA, por lo que atañe a la reparación del daño, que comprende inclusive los daños y perjuicio ocasionados por el personal a su cargo”.
La primera denuncia también se enderezaba contra quien resultara responsable, motivo por el cual se amplió a EPSA, debido a que se negó a reconocer la responsabilidad y cubrir los gastos generados por el ilícito, como fue la compra de computadoras y otros gastos, por lo que el afectado pide acción penal.