Funcionarios británicos y de la ONU visitan el campo de refugiados de Kibati, a unos 12 kilómetros de Goma, en la República Democrática del Congo. (EFE)
La Unión Europea podría enviar tropas al Congo si fracasa una frágil tregua entre los combatientes rebeldes y el Ejército, dijo ayer un alto funcionario británico, mientras los rebeldes obligaban a decenas de miles de refugiados en su zona controlada a que regresaran a sus viviendas.
Los ministros de Relaciones Exteriores, francés y británico, llegaron al Congo para sostener conversaciones con funcionarios congoleses y ruandeses mientras aumentaban la presión para una cumbre regional a fin de poner fin a la peor violencia del país en años.
En las afueras de Goma, la capital regional, los rebeldes expulsaron a personas de los campos de refugiados a fin de que regresen a sus casas, dijeron testigos y funcionarios de la ONU. No explicaron la razón de esta acción y los rebeldes “no emitieron declaración alguna.
“Nos golpearon con bastones y nos dijeron que debíamos irnos”, indicó Daria Nyarangaruye, una mujer mayor que llevaba un rosario colgado del cuello.
Hacia el Sur en Rutshuru, un comandante rebelde que se identificó como el mayor Muhire dijo que la gente regresaba a casa porque tenía la libertad de hacerlo. Pero funcionarios de la ONU, que pidieron no ser identificados, dijeron que los rebeldes han cerrado los campos de refugiados donde vivían miles de personas.
Una intensificación en los combates entre los rebeldes leales a Laurent Nkunda y el Ejército desde agosto han provocado el desplazamiento de más de 220 mil personas a una región que ya era habitada por otros 800 mil refugiados. Las fuerzas de Nkunda llegaron a las puertas de Goma el miércoles, obligando a los pacificadores de la ONU y al Ejército a retirar sus tanques y los vehículos de los civiles.
El miércoles por la noche los rebeldes declararon un cese del fuego y los diplomáticos han desplegado sus esfuerzos para que continúe.
