Integrantes de grupos de Danza Insignias Aztecas realizan ceremonia por el “Día Mundial de Nuestra Madre Tierra” en el Salón Legisladores de la Cámara de Diputados. (El Universal)
El ánimo de conciliación y acuerdo ha empezado a ganar terreno en las negociaciones que se llevan a cabo en el Senado, para destrabar el conflicto legislativo que estalló desde el jueves pasado con la toma de tribunas.
Hasta ahora, lo que está sobre la mesa de negociaciones en la Cámara alta es la ampliación del tiempo para la realización del debate sobre la reforma energética.
Manlio Fabio Beltrones (PRI), Santiago Creel (PAN), Carlos Navarrete (PRD), Francisco Agundis (PVEM), Dante Delgado (Convergencia) y Alejandro González Yáñez están reunidos a puerta cerrada con el fin de lograr un arreglo.
De acuerdo con la información recabada, hay señales que confirman en este momento el ánimo de conciliación.
El planteamiento del Frente amplio Progresista es que el debate nacional sobre la reforma energética se haga de mayo a agosto, pero sus legisladores estarían dispuestos a escuchar propuestas de la contraparte, siempre y cuando se garantice “un debate a fondo, sin prisas y no simulado”.
La idea, en principio, es que hubiera un debate nacional de mayo hasta la primera quincena de julio y que después se convocara a un periodo extraordinario de sesiones en agosto, para votar la reforma energética.
En el documento “Base y fundamentos de las acciones de resistencia civil pacífica del Frente Amplio Progresista en el Congreso de la Unión, en coordinación con el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo”, queda manifiesta la disposición de llegar a un pronto acuerdo.
Su punto séptimo establece:
“El debate que proponemos debe ser nacional, plural, democrático y con toda la sociedad. Un debate a fondo, sin prisas y no simulado”.
“Si hay respuesta a esta demanda racional, pacífica y posible, nosotros aceptaremos suspender las acciones de resistencia civil pacífica en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados”.
Los grupos parlamentarios del PRI y PAN coinciden en que el debate sea a fondo y sin apresuramientos.
El FAP también quiere que se integre un consejo de notables, para que de seguimiento y vigile la seriedad del debate. Es un planteamiento que está a revisión.
Senadores del FAP entienden que su posición podría flexibilizarse sobre los tiempos, con la condición de que se asegure que el debate sea auténtico.
Otras señales que favorecen el ánimo de conciliación es que no hay protestas ni bloqueos en la vía pública.
Además, la fuerza policial, aun cuando permanece alerta en los alrededores de los recintos legislativos, se ha replegado.
El ayuno de los senadores, al que convocó el consejo nacional del PRD, pasó de obligatorio a voluntario.
Sin embargo, a pesar de estas señales que favorecen el ánimo de conciliación, habría que esperar a que concluya la reunión de la Junta de Coordinación Política en el Senado.